Un consorcio liderado por los gigantes petroleros Petrobras, TotalEnergies y Shell va a probar en un yacimiento petrolífero submarino de Brasil una nueva tecnología que consiste en separar el petróleo del CO2 en el momento de la extracción para reinyectar el gas en el yacimiento.
El objetivo de esta tecnología es reducir «la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando al mismo tiempo la capacidad de producción del campo» petrolero de Libra, indicó el lunes el grupo francés TotalEnergies en un comunicado.
El yacimiento presalino de Libra está situado en la cuenca de Santos, frente a la costa de Brasil, a 2.100 metros de profundidad, bajo una gruesa capa de sal.
Sus reservas se estiman entre 8.000 y 12.000 millones de barriles diarios de petróleo.
En su comunicado, TotalEnergies describe el proyecto como una «tecnología pionera» que permitirá «reducir el volumen de gas enviado» a la superficie.
En concreto, la separación del aceite, que da lugar al petróleo, del gas natural y del CO2 que se encuentran en las capas del yacimiento tiene lugar en los fondos marinos en el momento de la extracción, antes de que el aceite sea llevado a la superficie, mientras que el gas se reinyecta en el subsuelo.
El campo de Libra es manejado por el gigante brasileño Petrobras (38,6%), en asociación con TotalEnergies (19,3%), Shell Brasil (19,3%), China National Petroleum Corporation (9,65%), China National Offshore Oil Corporation (9,65%) y PPSA (Pré-Sal Petróleo S.A., 3,5%).
Muchos productores de hidrocarburos apuestan por las tecnologías de captura y almacenamiento de CO2, que aún están en sus inicios, para mantener al menos parte de su actividad, al tiempo que limitan las emisiones de este gas, principal causante del calentamiento global.