La vicepresidenta de Perú, Mercedes Aráoz, aseguró que no se establecerán cuotas para la entrega de visas humanitarias ante la creciente migración venezolana porque considera que el cambio político en Venezuela «tomará tiempo». Sin embargo, la alta funcionaria inca apela por una solución pacífica a la crisis interna de Venezuela: «no creemos en invasiones ni intervenciones militares», aseguró.
Más de 800 mil personas han llegado a Perú en menos de tres años, de los cuales 100 mil disfrutan de empleos formales, mientras que el resto sigue en el mercado informal o sin ocupación laboral.
El gobierno andino tenía previsto otorgar empleo a 300 mil jóvenes de su país cada año, «pero ahora tenemos una oferta laboral muy fuerte y que tenemos que gestionar», explicó la vicepresidenta.
Denunció Aráoz que «hay menores (venezolanos) que viajan solos» y son atendidos médicamente al llegar al norte de la frontera peruana.
Reconoció que del éxodo venezolano «hay mucha gente preparada» y mostró disposición de recibir a los migrantes, pero aclaró que la entrega de las visas humanitarias sirven para «tratar de mantener un ritmo de ingreso más ponderado (…) preservar la tranquilidad social» hasta que «la democracia retorne a Venezuela».
Informó que «esta migración tan masiva de un país hermano en tan corto tiempo, con muchas más personas que las que llegaron a Europa (durante la crisis migratoria de 2015-2016), genera un shock muy fuerte (…) en términos por ejemplo de servicios públicos».