Pedro Sánchez, la montaña rusa de la política española

Pedro-Sanchez

Llegó al poder con una jugada maestra de póker, y ocho meses y medio después, vuelve a estar en la encrucijada. No es la primera vez para el socialista Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, que este viernes se vio forzado a adelantar las elecciones legislativas al 28 de abril.

Ironías del calendario, el próximo martes se convertirá en el primer jefe de gobierno español en ejercicio en publicar un libro. El título resume en buena medida la trayectoria de este antiguo profesor de economía de 46 años: «Manual de resistencia», señaló AFP.

Llegó al cargo el 1 de junio de 2018 logrando lo que nadie antes en democracia: una moción de censura exitosa, contra su predecesor conservador, Mariano Rajoy.

Para ello puso de acuerdo a ocho fuerzas políticas (entre ellos la izquierda radical de Podemos, los separatistas catalanes y los nacionalistas vascos), que lo auparon al frente del gobierno más minoritario en 40 años de democracia, con sólo 84 diputados socialistas de 350.

También se convirtió en el primero en gobernar pese a que su partido perdió las últimas elecciones, un hecho que la derecha no ha parado de reprocharle.

«Hoy escribimos una nueva página de la historia de la democracia en nuestro país», proclamó entonces un Pedro Sánchez.

El ave fénix del PSOE

Propulsado al frente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en julio de 2014, en las primeras elecciones primarias en la historia de la formación, Sánchez quedó por detrás de Rajoy en las legislativas de diciembre de 2015.

En el contexto de parálisis derivada de la fragmentación del Parlamento intentó gobernar con los liberales de Ciudadanos y con Podemos, pero estos últimos lo torpedearon.

En la repetición electoral de junio de 2016, el PSOE siguió perdiendo votos, y cosechó el peor resultado en cuatro décadas. El 1 de octubre de ese año. Sánchez sería defenestrado por una rebelión interna de su partido, que lo responsabilizó de los malos resultados.

Pero con tesón y paciencia, recorriendo toda España en coche y plantando cara al establishment del PSOE, volvió por la puerta grande en mayo de 2017, imponiéndose en las primarias a la entonces presidenta regional de Andalucía, Susana Díaz.

La vida es un partido de baloncesto

Nacido el 29 de febrero de 1972 en Madrid, casado y padre de dos hijas, Pedro Sánchez creció en una familia acomodada: padre empresario y madre funcionaria.

Estudió economía en la capital española, obtuvo un máster de economía política en la Universidad Libre de Bruselas, y luego un controvertido doctorado en una universidad privada madrileña, sobre el que pesaron sospechas de plagio que él desmintió enérgicamente.

Ailiado al PSOE desde su más temprana juventud, fue sucesivamente concejal en el ayuntamiento de Madrid de 2004 a 2009, y diputado de 2009 a 2011.

Una vez en el palacio de la Moncloa, Sánchez protagonizó titulares en Europa, nombrando un gobierno con más mujeres que hombres, y aceptando a los migrantes del buque «Aquarius» que sus vecinos no quisieron.

Viajó mucho al extranjero (hasta en cinco ocasiones a América Latina) y aumentó por decreto el salario mínimo un 22%, después de años de austeridad consecutiva a la crisis económica.

Sin embargo, no logró de momento exhumar de su mausoleo al dictador Francisco Franco, y sobre todo, se topó con la crisis catalana.

El líder socialista prometió nada más llegar al poder que dialogaría sin descanso para reconducir la crisis con el separatismo, una empresa que le valió toda una cascada de ataques de la derecha, que llegó a acusarlo de «alta traición».

Finalmente perdió su apoyo, coincidiendo con la apertura del juicio a 12 líderes independentistas. La ruptura se materializó el miércoles, cuando en el Parlamento los partidos catalanes tumbaron sus presupuestos para 2019 junto con la oposición conservadora.

Nada de esto arredra sin embargo a Pedro Sánchez, un hombre de 1,90 metros de altura que en su juventud pensó dedicarse al básquet y que «concibe la política como un partido de baloncesto», apunta Enric Juliana, director adjunto del diario barcelonés La Vanguardia. «Puede pasar del ataque a la defensa en pocos segundos».

Las próximas elecciones, no obstante, se le presentan muy difíciles. Varios sondeos colocan en cabeza al PSOE, que sin embargo no llegaría a la mayoría con Podemos.

Una mayoría que sí estaría al alcance de PP, Ciudadanos y los ultraconservadores de Vox, esa «derecha trifálica», como la calificó la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y que el mes pasado rompió la histórica hegemonía del socialismo en Andalucía.