Craig Coley, de 71 años, pasó 39 años en una prisión de California, EE UU, por un crimen que no cometió y fue indemnizado con 21 millones de dólares.
Coley cumplía cadena perpetua desde 1980 por el asesinato de su exnovia Rhonda Wicht y su hijo de 4 años, Donald y luego de evaluar la evidencia de ADN que probó su inocencia fue liberado y perdonado por el gobernador de California, Jerry Brown.
Al anunciar el acuerdo de indemnización, la ciudad de Simi Valley dijo en un comunicado que accedió al monto para evitar un juicio costoso.
El gerente municipal de Simi Valley, Eric Levitt, dijo en una declaración que “si bien ningún monto podrá compensar lo que le sucedió al señor Coley, llegar a este acuerdo era lo correcto tanto para el señor Coley como para la comunidad”, en tanto añadió que el “costo monetario de ir a juicio sería astronómico y sería irresponsable que avanzar en esa dirección”.
El año pasado, Coley recibió cerca de 2 millones de dólares de la Junta de Compensación de Víctimas de California, 140 dólares por cada día que pasó erróneamente en prisión.
El veterano de guerra, que siempre mantuvo su inocencia, fue condenado en parte por el testimonio de un vecino que informó haber visto su camioneta abandonar la escena del crimen.
Ambas víctimas fueron encontradas asesinadas en sus camas. Wicht había sido golpeada, violada y estrangulada hasta la muerte mientras que Donald fue asfixiado.
En 2016, la policía y la fiscalía reabrieron la investigación tras descubrir que el esperma hallado en las sábanas de Wicht no coincidía con el ADN del condenado.
Los detectives identificaron igualmente a otros posibles sospechosos y determinaron que el vecino no pudo haber visto el vehículo partir desde su ventana por falta de luz.
El abogado de Coley, Ron Kaye, indicó que esperaba que el acuerdo le permitiera a su cliente cerrar este oscuro ciclo de su vida.
“Ahora puede vivir el resto de su vida, esperamos que sea muy buena, con la seguridad [financiera] que se merece”, dijo al Los Angeles Times, reseña Noticias24