Una delegación del Parlamento del Mercosur (Parlasur) llevará a cabo desde este miércoles una misión en Bolivia en la que buscará ayudar a generar «diálogo» y a lograr la «pacificación» del país.
Así lo aseguró este martes a Efe el presidente del organismo, el uruguayo Daniel Caggiani, quien también remarcó que quienes asistan intentarán ayudar para que «cese de la represión» y para que no se utilicen «armas letales para reprimir a los manifestantes».
Asimismo, apuntó que la idea del Parlasur es que Bolivia pueda encauzar «mediante el diálogo y la pacificación del país» unas elecciones «libres, secretas y obligatorias», que tengan un «resultado que sea transparente y respetado por todos».
La misión del Parlamento del Mercosur estará compuesta por cuatro personas: la argentina Cecilia Marchán, presidente de la Comisión de Derechos Humanos; el paraguayo Ricardo Canese, la brasileña Fernanda Melchionna, y el uruguayo Carlos Reutor
Durante los dos días de estadía en Bolivia, estos se reunirán con integrantes de las comisiones de derechos humanos de las cámaras de Senadores y de Diputados, con la Defensoría del Pueblo y con organizaciones sociales.
Además, visitarán a los heridos y a los familiares de fallecidos de Noviembre Negro en Senkata.
«Sin dudas va a ser una visitar de primer nivel con una agenda muy importante», destacó Caggiani.
Por otra parte, el presidente del organismo apuntó que la idea de llevar a cabo esta misión surgió el pasado 11 de noviembre, durante una sesión del parlamento del Mercosur en la que se emitió una declaración que estableció que en Bolivia se estaba cursando un «golpe de Estado».
Caggiani explicó que el Parlasur buscó mantener un seguimiento de la situación del país andino similar a la que hicieron la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Organización de Naciones Unidas.
Asimismo, puntualizó que desde el momento que se planteo la idea, esta tuvo receptividad «muy buena» de parte de los diferentes actores bolivianos con quienes se reunirán.
Bolivia está sumida en uno de los conflictos más graves de su historia reciente, desde que al día después de las elecciones del 20 de octubre comenzaran las denuncias de un fraude a favor de Evo Morales, quien fue proclamado ganador para un cuarto mandado consecutivo.
El pasado 10 de noviembre la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió en un informe graves irregularidades en esos comicios y Morales anunció su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas, para al día siguiente salir hacia México, donde está asilado.
La renuncia es calificada de «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez y parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.