España, Alemania, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Grecia, Letonia, Luxemburgo y Portugal lograron presentar sus planes de recuperación para hacer frente a la crisis económica derivada de la covid-19 en el plazo indicativo del 30 de abril dado por la Comisión Europea (CE), que dispone de dos meses para dar el visto bueno.
Lo han hecho a cuentagotas: España, Dinamarca, Letonia y Luxemburgo apuraron hasta la última hora de la tarde de este viernes; Eslovaquia y Francia depositaron sus planes el jueves; Alemania y Grecia lo hicieron el miércoles, y Portugal, que este semestre ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea (UE), inauguró el registro el 22 de abril.
Y en cada ocasión se ha puesto en marcha la misma coreografía: un tuit de la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, para dar la bienvenida a la llegada de cada plan en inglés y en el idioma del país cumplidor.
“Hemos recibido el plan de recuperación de España”, escribió la jefa del Ejecutivo comunitario en Twitter para celebrar la recepción de las 348 páginas enviadas por el Gobierno de coalición de izquierda de Pedro Sánchez.
El Fondo de Recuperación y Resiliencia contribuirá “a financiar la recuperación del país a través de proyectos vinculados a la transición ecológica y digital, la cohesión y la igualdad de género”, afirmó Von der Leyen al referirse al plan español.
A lo que Sánchez respondió con otro tuit agradeciendo la “confianza” en su plan, ya que los fondos “NextGenerationEU” -como también se les denomina- y la “estrategia de vacunación masiva son imprescindibles para garantizar la recuperación de nuestra economía y reforzar el modelo de bienestar europeo”.
Su vicepresidenta de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, al frente durante meses de la negociación con Bruselas, destacó, por su parte, en otro tuit, que el plan español “es fruto del intenso proceso de trabajo y diálogo con agentes económicos y sociales, líderes autonómicos y municipales, con un papel importante en diseño y ejecución”.
España y los otros ocho adelantados en esta carrera contrarreloj por acceder a los fondos europeos esperan que Bruselas acelere ahora en el proceso de revisión y aprobación de sus planes, pero la CE mantiene que necesitará los dos meses previstos en la legislación para evaluar los documentos.
Sin embargo, y convencido de que “no tenemos más tiempo que perder”, el primer ministro portugués, Antònio Costa, anunció este jueves que la presidencia portuguesa “programará la aprobación de los primeros planes” el próximo 18 de junio, cuando se reunirán los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete (Ecofin).
Y dijo que está dispuesto a promover una segunda reunión extraordinaria en la última semana de junio para aprobar la segunda ronda de paquetes nacionales.
España ha solicitado un total de 69.500 millones de euros, que prevé ejecutar entre 2021 y 2023 con cargo a las ayudas del fondo de recuperación europeo.
El plan se estructura en torno a cuatro pilares: transformación verde; transformación digital; cohesión social y territorial; e igualdad de género, precisó el Ejecutivo comunitario en una nota.
Incluye además medidas en materia de movilidad sostenible, eficiencia energética en los edificios, energía limpia, competencias digitales, conectividad digital, apoyo al sector industrial y a las PYME, y vivienda social.
Los proyectos del plan español abarcan “siete ámbitos emblemáticos europeos”, destacó la Comisión en su comunicado.
Dinamarca ha solicitado 1.600 millones de euros en subvenciones, Letonia, 1.800 millones; Luxemburgo, 93 millones; Francia, 40.900 millones; Alemania 27.900 millones de euros (algo más de los 25.600 millones que le corresponden del fondo, excedente que pagará Berlín); Eslovaquia, 6.600 millones; Grecia, 30.500 millones; y Portugal, aspira a recibir 13.900 millones de euros en subvenciones y 2.700 millones en préstamos, según los datos de la Comisión.
“Esta es la oportunidad del siglo para Europa”, aseguraba el miércoles la jefa de la CE, la institución encargada no solo de recibir los planes, sino de revisarlos y dar su aval antes de que empiecen a llegar los recursos.
La entrega oficial de los planes viene precedida de meses de negociaciones entre los Gobiernos nacionales y la Comisión Europea, que ahora cuenta hasta finales de junio para evaluar las reformas e inversiones propuestas para utilizar el fondo de recuperación por la pandemia, dotado con 750.000 millones de euros en precios de 2018 (800.000 millones en precios corrientes).
Una vez que la CE dé su visto bueno, los estados miembros tienen otras cuatro semanas para avalar el plan por mayoría cualificada (al menos 15 de 27 deben apoyarlo).
Pero además, para que las ayudas empiecen a entregarse a los países, es imprescindible que todos ratifiquen la legislación que permitirá al Ejecutivo comunitario endeudarse en los mercados para financiar el fondo, y faltan ocho por hacerlo.
Bruselas prevé desembolsar en julio las primeras ayudas. EFE
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