Los obispos chilenos hicieron acto de contrición este viernes por haber “fallado” a las víctimas de abusos sexuales y anunciaron varias medidas para “solucionar el grave problema” de la Iglesia católica en el país suramericano, que atraviesa por una de sus peores crisis.
Reunidos durante cinco días en asamblea extraordinaria en una casa de ejercicios espirituales frente al océano Pacífico, los obispos pidieron “perdón en primer lugar a las víctimas y sobrevivientes”.
“Hemos fallado a nuestro deber de pastores, al no escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas de graves pecados e injusticias cometidas por sacerdotes y religiosos”, dijeron en una declaración.
Asimismo anunciaron una serie de medidas para “dar una respuesta y empezar al menos a solucionar el grave problema que tenemos en la Iglesia”, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva, en una conferencia de prensa, antes de precisar que habrá otras de “mediano y largo plazo” que serán anunciadas en la próxima asamblea de los obispos, en abril.
Desprestigiada por el goteo de denuncias de abusos sexuales perpetrados por el clero, los obispos decidieron que a partir de ahora darán a conocer públicamente las investigaciones previas sobre presuntos abusos sexuales de menores de edad.
Los obispos se comprometieron a encontrarse “personalmente” con las víctimas, así como a hacer “autocrítica” con el sistema que “permitió la perpetuación del abuso en la iglesia para que estos hechos no se vuelvan a repetir”.
Los obispos nombraron al frente del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas de la Iglesia a la abogada Ana María Celis con vistas a reforzar esta instancia.
“Sabemos que las decisiones y compromisos a corto y mediano plazo que hoy hemos anunciado, no solucionan por sí solos el dramático flagelo del abuso en nuestra iglesia y las complejas causas y raíces del mismo”, reconocen en su declaración.
Con información de AFP