Transportarse en bicicleta en la mayor ciudad de Estados Unidos, con 8,5 millones de habitantes, es un privilegio arriesgado: 17 ciclistas murieron en lo que va del año, contra 10 en todo 2018. Ante una lluvia de críticas, el alcalde Bill de Blasio anunció este jueves un plan para proteger a los ciclistas.
El plan, bautizado «Ola Verde», costará en los próximos cinco años 58,4 millones de dólares y combinará la construcción de 48 km de nuevas ciclovías cada año, mejorará su diseño, educará a los neoyorquinos y castigará más a los conductores de vehículos que no cedan el paso o bloqueen las ciclovías, anunció de Blasio.
La agencia AFP reseñó que el plan estará concentrado en Brooklyn, donde se registraron 12 fatalidades este año, pero concierne a los cinco distritos de la ciudad.
Prevé también nueva legislación, por ejemplo, para permitir a los ciclistas avanzar con la señal de semáforo de los peatones, así como la instalación de barreras laterales en los camiones de basura, más presencia policial en las 50 rotondas más peligrosas y más parqueos para bicicletas.
La ciudad ya construyó 32 km de nuevas ciclovías en cada uno de los últimos tres años. Posee un total de 2.000 km de carriles reservados a bicicletas, de los cuales 772 km protegidos físicamente.
«Ninguna muerte en nuestras calles es aceptable», dijo el alcalde. «Con un alza peligrosa en las muertes de ciclistas, tenemos que seguir aumentando el presupuesto y aumentando nuestros esfuerzos».
Ocho de las muertes ocurrieron en accidentes con camiones.
Según el gobierno municipal, un 24 % de los neoyorquinos anda en bicicleta, y en un día típico medio millón de ciclistas recorren las calles de la capital financiera y cultural de Estados Unidos, cinco veces más que en 1990.
En 2017, 48.000 neoyorquinos fueron cada día al trabajo en bicicleta, el triple que en 2005.
Citi Bike, el sistema de alquiler temporario de bicicletas, sigue expandiéndose y anunció recientemente que triplicará su flota para 2023.