Correligionarios del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril, se reunieron hoy para un culto y posterior cena de Navidad simbólicos en apoyo al exmandatario, quien pasará una modesta noche navideña sin lujos y sin acompañantes en la celda donde cumple una condena de 12 años.
Centenas de personas se concentraron en las puertas de la sede de la Policía Federal de Curitiba, en el sureño estado de Paraná, en la tarde de esta Nochebuena para un concierto al aire libre y la posterior celebración de un culto ecuménico bajo cánticos de “Lula Libre” y “Navidad con Lula”.
Tras la ceremonia religiosa, los militantes compartirán una cena navideña para “romper el cerco” que “impide” a Lula de “estar al lado de sus familiares en esta fecha”, según los organizadores de la vigilia “Lula Libre”.
Mientras tanto, en sus primeras fiestas navideñas en la cárcel, Lula pasará recluido en su celda, situada en la penúltima planta de la sede de la Policía Federal, y tendrá un menú patrón, con arroz, alubias, ensalada y carne, ya que visitas de familiares o la entrada de comidas especiales no son permitidas en días festivos.
“Convocamos toda la militancia” para “vivir intensamente ese momento y abastecerse con mucha energía, coraje y determinación para enfrentar el próximo periodo y las próximas jornadas de lucha”, afirmó Roberto Baggio, uno de los coordinadores de la vigilia, citado en un comunicado del Partido de los Trabajadores (PT).
Agregó que la organización de una “Navidad y una Nochevieja festejadas y compartidas con Lula y el pueblo brasileño” representa “el deseo y las ganas” de “abrazar a Lula” en esta fecha.
Esta tarde, el PT subió en sus redes sociales un vídeo en el que Lula deseó, a través de un compilado de imágenes y declaraciones de cuando aún estaba en libertad, una “feliz Navidad y Año Nuevo” a los brasileños.
“Yo creo en Brasil, creo en el pueblo brasileño y creo que es posible hacer con que ese país vuelva a ser el país del optimismo (…) feliz Navidad y feliz Año Nuevo”, dijo el expresidente (2003-2010) en el vídeo.
Lula, condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, estuvo a punto de salir de la cárcel la pasada semana gracias a una cautelar dictada por un magistrado de la Corte Suprema de Brasil, pero que finalmente fue anulada por el presidente de ese tribunal, Antonio Dias Toffoli.
La puerta de la celda especial en que Lula está recluido desde el pasado abril parecía abrirse tras una polémica cautelar dictada por el juez Marco Aurelio Mello contra la prisión después de una condena en segunda instancia, que podría haber llevado a la excarcelación de Lula.
La decisión se apoyaba en un artículo de la Constitución que dice que una pena sólo puede ser ejecutada cuando se agota toda la fase de apelaciones y no una vez que la sentencia sea confirmada en segunda instancia, como es el caso del exmandatario y otras 169.300 personas en Brasil.
Sin embargo, el presidente del Supremo Tribunal del país aceptó el pedido de la Fiscalía y anuló la cautelar dictada por su colega al considerar que una excarcelación de aquellos que serían beneficiados podría “causar una grave lesión al orden, a la salud, la seguridad y la economía pública”. EFE