Temer tomó la decisión para reforzar la seguridad tras los violentos choques con migrantes venezolanos ocurridos este fin de semana.
El mandatario encabezó una reunión de emergencia con parte de su gabinete el domingo cuando se resolvió que 120 efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad (FNS) viajen a la ciudad fronteriza de Pacaraima, en el estado de Roraima.
También se enviarán unos 36 voluntarios para trabajar en los puestos de salud destinados a los refugiados que dejaron Venezuela debido a la grave crisis económica y social enfrentada por ese país.
«El gobierno brasileño está comprometido con la protección y la integridad de brasileños y venezolanos», señaló una nota divulgada por la oficina de prensa de la Presidencia.
Según el Ejército unos 1.200 venezolanos debieron dejar Pacaraima y volver a su país el sábado tras ser atacados por vecinos de esa localidad que incendiaron los campamentos donde se alojaban provisoriamente.
La batahola comenzó luego de que un comerciante de esa ciudad fronteriza fue asaltado y apuñalado por presuntos venezolanos.
El presidente convocó a otra reunión para este lunes donde se evaluará la crisis en la región fronteriza, informó hoy la estatal Agencia Brasil.
Unos 130 mil venezolanos ingresaron a Brasil en los últimos meses, a un promedio de 460 por día, según informó la Policía Federal. De ese total unos 25 mil se afincaron en campamentos en Boa Vista, la capital de Roraima, y otros 3 mil en Pacaraima, la ciudad que se encuentra en la frontera.
En la reunión de emergencia celebrada ayer en la residencia oficial participaron los generales Joaquim Silva e Lula, ministro de Defensa, y Sergio Etchegoyen, titular del Gabinete de Seguridad Institucional.
También estuvo presente el titular de Seguridad Pública, Raúl Jungmann y el de Minas y Energía, Wellington Moreira Franco.
La tensión en el estado de Roraima ha crecido en las últimas semanas luego de que que la gobernadora, Suely Campos, ordenó la semana pasada, el cierre de la frontera y dispuso restricciones a la atención de los venezolanos en los hospitales públicos, reseña ANSA