México otorga asilo político a Evo Morales tras el golpe de Estado en Bolivia

El Gobierno de México ha otorgado este lunes el asilo político a Evo Morales, quien renunció a la presidencia de Bolivia presionado por las Fuerzas Armadas, informó el canciller Marcelo Ebrard.

En un mensaje urgente convocado a los medios de comunicación sobre la situación en Bolivia, Ebrard detalló que había recibido una llamada de Morales aceptando el ofrecimiento de México, por lo que el exmandatario solicitó el asilo formal en la nación latinoamericana.

El canciller manifestó que tras consultar a la Secretaría de Gobernación de México, se decidió otorgar el beneficio a Morales por «razones humanitarias».

«La cancillería mexicana, previa consulta con la Secretaría de Gobernación, ha decidido concederle asilo político por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que se enfrenta en Bolivia, en donde su vida e integridad corren riesgo», dijo el funcionario mexicano.

Ebrard señaló que informará al Senado mexicano para solicitar «su respaldo a esta decisión». Así mismo, dijo, la cancillería mexicana informó al Ministerio de Relaciones Exteriores de Bolivia para que, bajo el derecho internacional, proceda a otorgar un salvoconducto y garantías de «que la vida, integridad personal y libertad del señor Morales no serán puestas en peligro».

El ofrecimiento


La Administración mexicana ofreció desde el inicio asilo al expresidente y a otros funcionarios de Bolivia. Esta mañana, la cancillería informó que otros 20 políticos habían sido acogidos en la Embajada mexicana en La Paz, pero no se dieron a conocer los nombres por razones de seguridad.

Este 10 de noviembre, Morales comunicó su renuncia tras una escalada de tensión después de los resultados de las elecciones generales que lo dieron por ganador en primera vuelta. La oposición, que no reconoce el escrutinio, encabezó una ola de protestas y violencia en ese país sudamericano.

Previamente, tanto el jefe de las Fuerzas Armadas como el comandante general de la Policía de Bolivia habían presionado al mandatario para que dimitiera, mientras grupos violentos de la oposición emprendieron una campaña de persecución contra ministros y funcionarios del gabinete de Morales.