La canciller alemana Angela Merkel estará ausente en la apertura de la cumbre del G20 en Buenos Aires, después de que su avión realizara un aterrizaje de emergencia en Colonia (oeste de Alemania) el jueves, anunció una portavoz de la cancillería a la AFP.
“No continuaremos hoy (jueves) el viaje a Buenos Aires”, indicó la portavoz, después de que el Airbus de la dirigente alemana, que despegó de Berlín, tuviera que dar media vuelta cuando sobrevolaba Holanda debido a un problema técnico.
Según mensajes publicados en Twitter por periodistas alemanes que se encontraban a bordo del vuelo gubernamental, la canciller deberá viajar el viernes por la mañana a Madrid para embarcar con una pequeña delegación a bordo de un avión comercial con destino a la capital argentina. La cancillería no confirmó por el momento estas informaciones.
El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, estaría entre esta limitada delegación. Mientras tanto, la canciller deberá pasar la noche en Bonn (oeste), dijo en Twitter una periodista estrella de la cadena pública ZDF. Según la agencia DPA, el portavoz del gobierno Steffen Seibert indicó que el viaje no podía continuar el jueves por la noche para respetar el tiempo de vuelo máximo de la tripulación.
Precisó además que estaba estudiando si se podían aplazar los encuentros que tiene previstos la dirigente en el marco de la cumbre del G20. A su llegada a Colonia, el avión, un Airbus A340-300, con el nombre de Konrad Adenauer, el primer canciller alemán de la posguerra, fue recibido por los bomberos en la pista de aterrizaje, indicó DPA.
De acuerdo con la agencia alemana, el capitán informó hacia las 20H30 (19H30 GMT) a los pasajeros que debía dirigirse a Colonia porque un problema técnico provocó la interrupción de varios sistemas eléctricos. “No se preocupen, vamos a aterrizar de forma segura en Colonia”, dijo.
El avión dio media vuelta cuando sobrevolaba Holanda y se dirigió a Colonia, donde se encuentra la base del aparato y el único avión de sustitución, precisó DPA. El aterrizaje fue brusco. El avión contaba aún con mucho carburante y el peso obligó a usar fuertemente los frenos.
A mediados de octubre, este avión tuvo problemas en Indonesia y obligó al ministro de Finanzas a volver de una reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) a bordo de un avión comercial.