Los países occidentales no deberían «jugar una partida de ajedrez con la muerte» y seguir con sus intentos de hacer colapsar a Rusia, escribió este sábado el expresidente y actual jefe adjunto del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, en su cuenta de Telegram.
En su mensaje, el exmandatario reflexionó sobre «el colapso instantáneo de las instituciones públicas» en 1991 durante los últimos suspiros de la Unión Soviética, gobernada por Mijaíl Gorbachov, quien murió este martes en Moscú a los 91 años. «Es esta degradación la que desencadena el proceso irreversible de colapso del Estado», recalcó.
El volante de la desintegración
Medvédev enfatizó que si bien la URSS todavía existía como país y los órganos estatales parecían funcionar, la situación era «como si toda la energía de la voluntad […] hubiera sido sacada» de las estructuras de la máquina estatal.
«Todas las órdenes del centro de la Unión [Soviética] parecían caer en el vacío y se perdían en la arena del parloteo y el sabotaje silencioso«, estimó. A pesar de que todos en su retórica reconocían la necesidad de cumplir con la Constitución soviética, «el volante de la desintegración del país ya giraba con la primera velocidad cósmica. Y se acabó», resaltó Medvédev.
Según él, los detractores de Rusia hacen esfuerzos para «empujar» al país a una «nueva ronda de desintegración«, aprovechando el conflicto militar en Ucrania.
El expresidente ruso agregó que particularmente los Estados anglosajones «piensan en cómo podrían hacernos pedazos, destrozarnos en pequeñas partes». «No hay que subestimar» tales intentos, subrayó.
«El día del juicio final»
En paralelo, el alto funcionario recordó: «Los ‘soñadores’ ignoran deliberadamente un simple axioma: la desintegración violenta de una potencia nuclear es siempre una partida de ajedrez con la muerte, en la que con la precisión de una jugada se sabe cuándo es jaque mate». «El día del juicio final», resumió.
Hablando de las armas nucleares rusas, Medvédev calificó positivamente los esfuerzos de los políticos de la URSS, y luego de Rusia en los años 90, de asegurar que quedara en el país todo el potencial estratégico nuclear —que actualmente se mantiene «a un nivel muy alto»—. Según él, es una de las principales garantías para preservar a la nación.
- El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró en agosto que en una guerra con armas nucleares «no podrá haber ganadores» y «no debe librarse nunca».
- En su intervención durante la 10.ª conferencia del Tratado de No Proliferación Nuclear, el secretario general de la ONU, António Guterres, alertó el pasado 1 de agosto que «la humanidad está a solo un malentendido, un error de cálculo, de la aniquilación nuclear».