La escasez de Gasolina y combustible en general que sufre el Reino Unido en el último mes deja a más 2.000 estaciones de servicio sin suministro, una situación que se achaca al Brexit.
Según informa este viernes la agencia de noticias británica Reuters, las restricciones migratorias que trajo consigo la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), más conocido como el Brexit, ha provocado la escasez de trabajadores en sectores clave del mercado laboral británico.
La Asociación de Gasolineras del Reino Unido (PRA, por sus siglas en inglés), que representa al 65% de las 8.400 estaciones de servicio repartidas por todo el país, dice que “muy lentamente se está volviendo la normalidad”.
Sin embargo, el reporte advierte que hasta ayer por la noche, el 30% de los surtidores estaban sin carga y otro 21% podía ofrecer sólo diésel de baja calidad. Los depósitos de las gasolineras están al 20% cuando el promedio anual es del 43%, reseña HispanTV.
La falta de combustible ha resentido sobre otras actividades económicas, como es el caso de las farmacias que no pueden reponer las medicinas que van vendiendo.
Las asociaciones de comerciantes están advirtiendo que de continuar esta situación otros diez días, no habrá suministros suficientes para las fiestas de fin de año.
“Toda la cadena de suministro está sufriendo el impacto de la falta de combustible, desde la entrada en los grandes almacenes y depósitos hasta la distribución a los comercios minoristas”, observó la agrupación británica de farmacias (CCA, por sus siglas en inglés), citado por Reuters.
La agencia inglesa “alerta” que los británicos están sintiendo así, en forma directa por primera vez, lo que significa la salida del bloque europeo, pues esta situación trajo consigo que se empeorara la escasez de mano de obra afectando así a todos los gremios sectoriales.
El medio señala que la actual coyuntura provocada por la falta de distribución de combustible a las estaciones de servicio se debe más por la falta de mira del Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, por no haber previsto e implementada políticas adecuadas que revitalizaran el mercado regional.
Antes del Brexit, todas esas empresas británicas contrataban trabajadores inmigrantes de los países del norte de Europa, así como rusos y centroafricanos, por tratarse de mano de obra barata y calificada.
Con la salida de Londres de la UE, para todos ellos fue mucho más difícil entrar en el Reino Unido y las compañías no los pudieron reemplazar por jóvenes trabajadores británicos.
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, acusó al premier Johnson de falta de planificación en el reemplazo de los trabajadores que se tuvieron que ir como consecuencia del Brexit y dijo que el país estaba al borde de la escasez de personal calificado en una serie de otras industrias, denunciaron en Gran Bretaña.