El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo este viernes, durante su intervención en la VIII Cumbre de la Celac (que se celebra en San Vicente y las Granadinas), que la disputa de Venezuela con Guyana por el Esequibo es «una herencia del colonialismo».
Maduro, que destacó la «capacidad de diálogo» de ambos países por encima de esa «herencia», agradeció al primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, así como al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que hayan promovido un encuentro de «entendimiento y de paz» con su homólogo de Guyana, Irfaan Ali, que se celebró el pasado 14 de diciembre.
Aseveró que ese acercamiento entre Venezuela y Guyana es una muestra de la «capacidad para el diálogo, para la diplomacia y la negociación» de la Celac, e insistió en que espera que lo acordado en este espacio se mantenga, sin presiones extranjeras.
«Espero que la buena relación que se ha establecido, de diálogo, se profundice y, más temprano que tarde, se reactive el Acuerdo de Ginebra y busquemos, cara a cara, ambos Gobiernos y ambos pueblos una solución satisfactoria, política y diplomática a la diferencia y a la controversia que hemos tenido desde el siglo XIX», indicó.
Venezuela defiende el Acuerdo de Ginebra de 1966 como instrumento jurídico para resolver la disputa sobre el Esequibo (un territorio de unos 160.000 kilómetros cuadrados y rico en recursos naturales), mientras que Guyana reivindica el Laudo Arbitral de París de 1899 que dio la soberanía del territorio a la entonces Guyana Británica.
La crisis por la pugna territorial alcanzó su punto más álgido luego de que Venezuela celebrara el pasado 3 de diciembre un referendo unilateral en el que aprobó anexionarse el Esequibo, y el Gobierno de Maduro ordenara el asentamiento de una división militar cerca del área en litigio, entre otras medias.
Durante su discurso, Maduro aprovechó la oportunidad para insistir en que la región de América Latina y el Caribe debe ser un territorio «libre de sanciones», por lo que pidió a los países presentes en la cumbre condenar las «medidas unilaterales coercitivas» que pesan sobre Venezuela y otras naciones.