El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha declarado que el reciente asesinato de un profesor con un cuchillo ha sido un «atentado terrorista islamista», con el que el autor del crimen quiso atacar la República, y ha prometido que su Gobierno responderá rápido.
La Fiscalía Nacional Antiterrorista se hizo cargo inmediatamente del caso y abrió una investigación por un atentado ocurrido a unos 30 kilómetros de París y que conmocionó al país, pero especialmente a la enseñanza.
El presidente Emmanuel Macron se desplazó a Conflans-Sainte-Honorine, donde enseñaba la víctima y ocurrió el asesinato, para reunirse con sus compañeros y mostrar su respaldo a la comunidad educativa.
Macron: Los terroristas «no pasarán»
En una declaración al salir de la reunión, Macron calificó el asesinato de «atentado terrorista islamista» y lo consideró como un ataque a los «valores» democráticos y laicos de la República francesa.
Sobre todo, recalcó el apoyo de toda Francia a la comunidad educativa «para defenderles y permitirles hacer su trabajo: hacer ciudadanos libres».
Los terroristas «no pasarán» y «el oscurantismo religioso no ganará», sentenció Macron.
El atentado ocurrió hacia las 17:00 hora local cuando el atacante decapitó a la víctima cerca del instituto donde trabajaba, en plena calle y mientras gritaba «Alá es grande», según varios testigos citados por medios locales.
El presunto autor fue parado apenas a 200 metros, pero ya en la vecina localidad de Eragny, por una patrulla de policía. El hombre se acercó de forma amenazadora con un cuchillo de grandes dimensiones a los agentes, por lo que estos le dispararon causándole la muerte.
El sospechoso llevaba un cinturón que hizo temer que tuviera explosivos, por lo que acudió un equipo de artificieros de la Policía y se estableció un perímetro de seguridad.
Las autoridades identificaron al sospechoso fallecido como un joven origen checheno de 18 años, según varios medios franceses, ya que no se ha divulgado públicamente su identidad y se desconoce si tenía antecedentes penales.
Incluso, una foto de la cabeza de la víctima habría sido mostrada brevemente en redes sociales antes de que la cuenta fuera borrada.
El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, condenó «la monstruosidad del terrorismo islámico» y afirmó que «la República ha sido atacada esta noche». También anunció que mañana sábado se reunirá con representantes de profesores y de padres de alumnos.
Toda la comunidad educativa francesa emitió una reacción unánime de condena y de defensa de la educación libre y laica. La Asamblea Nacional denunció un «atentado abominable».
El semanario satírico Charlie Hebdo, objeto de un grave atentado en 2015 por publicar caricaturas de Mahoma, mostró su «sentimiento de horror y de rechazo». «Este acto inmundo aflige a nuestra democracia, pero nos debe hacer más combativos que nunca para defender nuestra Libertad», añadió.
Una clase de libertad de expresión
A través de una serie de testimonios locales y comunicaciones en redes sociales se ha podido reconstruir que la víctima, un profesor de Geografía e Historia, había mostrado una imagen diciendo que era el profeta de los musulmanes durante una clase de libertad de expresión y comportamiento cívico que tuvo lugar la pasada semana para alumnos de 13 años.
El profesor había pedido a los alumnos de confesión musulmana que salieran brevemente de la clase o volvieran la mirada durante unos instantes para no molestarles.
Pero una alumna no lo hizo y contó el episodio en su casa, lo que enfadó a su padre que publicó un vídeo muy crítico en redes sociales. A partir de ahí, el asunto se hizo público y hubo protestas de las familias musulmanas.
La dirección del centro y el profesor explicaron de forma detallada que se trataba de una forma de enseñar la libertad de expresión.
Un mensaje, atribuido por un padre de un alumno a la directora del centro y dirigido a las familias de los estudiantes, señalaba hace días que el profesor «había reconocido su torpeza y había pedido perdón».
Este nuevo atentado relacionado con las imágenes de Mahoma tiene lugar mientras en París continúa el juicio por los ataques terroristas de enero de 2015 contra «Charlie Hebdo».
Tras el inicio del proceso, en septiembre, el semanario volvió a publicar las polémicas caricaturas del profeta de la religión musulmana, lo que llevó a Al Qaeda a volver a lanzar amenazas mortales contra el medio.
A finales de septiembre, un hombre con un cuchillo de carnicero atacó a dos empleados de una agencia de noticias que trabajaban en el edificio donde está la antigua sede de «Charlie Hebdo» en París. Ambos sobrevivieron pero resultaron heridos de gravedad.
El autor, un ciudadano paquistaní, fue detenido pocos minutos después y confesó su responsabilidad en los hechos.
EFE