Lula, Rousseff y Cardoso se unen contra Bolsonaro

Los expresidentes brasileños Fernando Henrique Cardoso, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff se unieron este viernes 1 de mayo en un acto virtual con motivo del Primero de Mayo en el que coincidieron en condenar la gestión del mandatario ultraderechista Jair Bolsonaro en la pandemia del coronavirus.«No es el momento de separarnos. Es la hora de juntarnos porque tenemos que construir un futuro», señaló Cardoso (1995-2002), quien la semana pasada pidió la renuncia de Bolsonaro tras la crisis abierta en el Gobierno por la dimisión del ministro de Justicia, el exjuez Sergio Moro.

El dirigente socialdemócrata pidió a los brasileños tener «capacidad de mirar hacia delante» y marchar «juntos» para «mantener la democracia» y «la libertad».

«El futuro tiene que ser construido a partir de las condiciones actuales. Son negativas, lo sé, pero son las que tenemos», apuntó.

Por su parte, Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010 y continúa siendo el máximo líder del Partido de los Trabajadores (PT), subrayó en su intervención que las «grandes tragedias» históricamente «conllevan grandes transformaciones» y también revelan «el verdadero carácter de las personas».

«No solo me refiero a las burlas del presidente (Bolsonaro) con la memoria de los más de 5.000 muertos por el Covid-19. La pandemia dejó al capitalismo desnudo», aseveró.

Esta semana, preguntado por periodistas sobre el aumento de las muertes por coronavirus en Brasil, que ya llegan a 6.329, con 91.589 casos confirmados, Bolsonaro respondió: «¿Y qué? Lo lamento, pero ¿qué quieren que haga?».

Lula expresó que «la tragedia del coronavirus» demostró que quien sustenta el capitalismo «no es el capital, sino los trabajadores», a los que animó a «construir un nuevo mundo» pospandemia con reglas más justas para todos.

Por otro lado, Rousseff, también dirigente del PT, manifestó que, de forma «irresponsable», Bolsonaro «desprecia la enfermedad, se burla de los muertos y degrada» la figura del presidente de la República.

La expresidenta, que gobernó Brasil entre 2011 y 2016, cuando fue destituida por el Congreso, confió, sin embargo, en que la población «impondrá su voluntad de recuperar el camino de la justicia social y el desarrollo del país».

El Primero de Mayo se ha vivido en Brasil, como en el resto del mundo, de forma atípica, sin las grandes manifestaciones de los sindicatos, como consecuencia de las medidas de aislamiento adoptadas por los gobernadores y alcaldes del país para frenar el coronavirus.

Bolsonaro, contrario a la imposición de cuarentenas y defensor de la reapertura de los comercios, dijo este viernes que le gustaría que todos los brasileños «volvieran a trabajar», a pesar del avance acelerado de la pandemia en el país. EFE