La Suprema Corte de Justicia de México aprobó el lunes una declaración general de inconstitucionalidad de la ley que prohíbe el consumo de cannabis con fines recreativos. Esto no significa que la marihuana quede legalizada, pero sí supondrá que cualquier mexicano que pida un permiso podrá consumirla de forma legal si la cultiva en su casa y con ciertas restricciones.
“En lo sucesivo, y mientras el Congreso de la Unión no legisle al respecto, la Secretaría de Salud deberá remitir esas autorizaciones sólo a personas adultas y para los efectos precisados”, indicó la ministra Norma Lucía Piña durante el debate del tema en el pleno del alto tribunal.
Piña agregó que entre las limitaciones estará que los adultos no consuman delante de menores o que no conduzcan o hagan actividades peligrosas bajo los efectos de dicha droga.
La resolución de la Corte deja en manos de la Secretaría de Salud y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios que establezca los detalles de los permisos para el autoconsumo pero, sobre todo, supone una clara llamada de atención al Congreso mexicano que ha sido incapaz de ponerse de acuerdo para legislar sobre el tema aunque el alto tribunal así se lo exigió en varias ocasiones desde 2019.
El primer amparó a favor del consumo de cannabis con fines recreativos fue en 2015 y el uso medicinal se aprobó en 2017.
“Hoy es un día histórico para las libertades”, dijo el presidente del alto tribunal, Arturo Zaldívar. “Después de un largo camino, esta Suprema Corte consolida el derecho al libre desarrollo de la personalidad para el uso lúdico, recreativo de la marihuana”.
“Se confirma, una vez más, que los instrumentos que la Constitución tiene para la defensa de los derechos funcionan y que un tribunal constitucional es esencial para el desarrollo de estos derechos, para su defensa y para cambios sociales que difícilmente se pueden dar en sede solamente legislativa”.
Gracias a la presión de la sociedad civil y tras las reiteradas decisiones del máximo tribunal, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador impulsó el debate para lograr una plena legalización de esta droga que comenzó en 2019 pero todavía no se ha concretado. En marzo la ley fue aprobada por la Cámara baja pero sigue estancada en el Senado.
Lisa Sánchez, directora de México Unido contra la Delincuencia, una organización no gubernamental que lleva años luchando por la legalización de la marihuana en el país, aclaró que lo resuelto por la Corte no implica que el cannabis ya sea legal.
“No hay licencias para la producción, no hay legalización del cultivo en grandes cantidades, no hay comercialización, no hay venta al menudeo, no hay fines comerciales”, explicó la experta a AP. Además, el código penal se mantiene intacto, es decir, siguen las sanciones a partir de la posesión de un determinado gramaje.
Lo que significa la nueva decisión es que habrá permisos como los que ya se venían emitiendo, que permitirán tener plantas en casa y fumar marihuana en privado, agregó Sánchez. “La única diferencia es que ya no va a ser necesario litigarlos a través de juicios de amparo”.
En su opinión, el mensaje de la Corte es muy importante “frente a la inacción del Congreso”, que aunque reconoció la inconstitucionalidad de la prohibición, no supo corregirla. Además, confió en que ponga más presión sobre el parlamento para que el tema se retome en cuanto comience la nueva legislatura, el próximo mes de septiembre.
Junto a la sede de la Suprema Corte en Ciudad de México, integrantes del Movimiento Cannábico celebraban la decisión del tribunal y esperaban que a partir de ahora termine la criminalización de quienes fuman marihuana y que México pueda contar pronto con una ley que regule esta droga, la más consumida del mundo según la ONU.
La oleada de legalización del cannabis no sólo con fines médicos sino también lúdicos llegó primero a Uruguay y Canadá y ahora se extiende por varios estados de Estados Unidos. El proceso en México tiene gran simbolismo porque es uno de los mayores productores de esta droga , cuna de los grandes cárteles y uno de los países más afectados por la violencia vinculada al narcotráfico. AP