Líder Republicano del Senado rechaza juicio político a Trump

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, ha predicho que “no hay posibilidad” de que su cámara apoye una destitución.

La acusación al presidente Donald Trump en la Cámara de Representantes de abuso de poder y obstrucción del Congreso prepara el escenario para un juicio histórico que se realizará el próximo mes en el Senado, de mayoría republicana, sobre si el mandatario estadounidense debiera ser despojado del cargo.

La Cámara, liderada por los demócratas, aprobó el miércoles el artículo de destitución por abuso de poder en una votación de 230 a 197 y el de obstrucción al Congreso por 229 a 198. Ambas votaciones reflejaron la división entre los republicanos, que apoyan al gobierno, y la oposición demócrata.

Trump se convierte así en el tercer presidente de Estados Unidos que tendrá que enfrentar un juicio político.

Los republicanos argumentaron que los demócratas estaban usando un proceso fraudulento para anular las elecciones de 2016 y afectar la campaña de reelección de Trump para 2020.

La oposición respondió que las acciones del mandatario al presionar a Ucrania para investigar al ex vicepresidente Joe Biden, uno de los principales aspirantes a la nominación demócrata para la elección presidencial, eran una amenaza para la democracia.

Sin embargo, Trump seguramente enfrentará un terreno más amable durante un juicio en el Senado de 100 miembros, donde una votación para destituirlo requeriría una mayoría de dos tercios. Eso significa que al menos 20 republicanos tendrían que unirse a los demócratas para votar contra Trump, y ninguno ha manifestado que hará tal cosa.

Trump, de 73 años, está acusado de abusar de su poder al presionar a Ucrania para que investigara a Biden y para que estudiara una teoría, ya desacreditada, de que los demócratas conspiraron con Ucrania para inmiscuirse en las elecciones de 2016.

Los demócratas dijeron que Trump retuvo 391 millones de dólares en ayuda de seguridad destinada a combatir a separatistas respaldados por Rusia, y que usó una reunión con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy para obligar a Kiev a interferir en las elecciones de 2020 al difamar a Biden.

Trump también está acusado de obstrucción al Congreso al ordenar a funcionarios y agencias de la administración que no cumpliesen con las citaciones legales de la Cámara para testimonios y documentos relacionados con la destitución.

Trump, que busca otro mandato de cuatro años en las presidenciales de noviembre de 2020, ha negado haber actuado mal y calificó la investigación de juicio político iniciada por Pelosi en septiembre como una “caza de brujas”.

En un mitín en Battle Creek, Michigan, mientras la Cámara votaba, Trump auguró que la acusación sería una “marca de vergüenza” para los demócratas y Pelosi, y que les costaría las elecciones de 2020.

“Esta destitución partidaria y sin ley es una marcha política suicida para el Partido Demócrata”, dijo Trump. “Ellos son los que deben ser acusados, cada uno de ellos”.