La Justicia de Argentina decidió liberar este jueves a la mujer que confesó haber ahorcado a su marido mientras abusaba de su hija de 14 años.
El pasado 2 de septiembre, Soledad Magdalena se presentó en la comisaría cuarta de la localidad de Berazategui, al sur de Buenos Aires, para autoinculparse. “Me vengo a entregar, maté a mi pareja”, les dijo a los policías al llegar y relató que lo había ahorcado con un cordón para que no abusara de su hija de 14 años.
Según declaró la mujer, el hombre, identificado como Cristian Senra de 38 años, ya había abusado de su hijastra en varias oportunidades, lo que provocaba numerosas discusiones en la pareja.
En esa oportunidad, siempre siguiendo el relato de la mujer, se encontraban los tres a bordo de su auto. Allí se dio una nueva discusión y una nueva situación de acoso hacia la niña, lo que desató la furia de su madre, que terminó ahorcándolo.
Luego, ella misma acudió a la comisaría a entregarse y dio los detalles de lo sucedido: cómo había pasado y donde podían encontrar el cuerpo, que yacía sin vida dentro del vehículo a pocas cuadras.
Desde entonces quedó detenida, a la espera de que el juez interviniente determinara su situación procesal y el pedido de prisión preventiva hecho por la Fiscalía.
Al mes del crimen, agrupaciones feministas y movimientos sociales realizaron una marcha hacia el juzgado para reclamar la inmediata libertad de la mujer. Dos días después, y cuando estaban a punto de vencerse los plazos legales para tomar una decisión, el juez de Garantías del Juzgado N° 4 de Berazategui, Dr. Alejandro Mora, determinó que fuera liberada.
Sin embargo, la investigación judicial prosigue. El fiscal quiere determinar si hubo premeditación en el crimen y despejar algunas dudas, como por ejemplo, por qué la mujer permitió que su hija se sentara en el asiento delantero del vehículo. Además, espera los resultados de las pericias toxicológicas sobre el cuerpo de la víctima para saber si al momento de la muerte tenía alguna sustancia en su sangre
Las agrupaciones feministas que marcharon para pedir su liberación sostienen que se trató de un caso de legítima defensa. Ahora, Soledad Magdalena seguirá el desarrollo de la investigación judicial en libertad hasta que el caso llegue a juicio y se determine, finalmente, si es culpable o inocente.