La Justicia de la provincia argentina de Córdoba dio inicio al juicio contra una mujer que le cortó el pene a su expareja con una tijera de podar durante un encuentro sexual. El relato de un testigo complicó aún más la situación de la acusada, que ahora es juzgada por intento de homicidio.
Brenda Barattini iba a ser juzgada originalmente por lesiones graves como consecuencia de haberle cortado el pene a la víctima con una tijera de podar. Sin embargo, en la primera audiencia, este 27 de agosto, la defensa de la víctima solicitó que la mujer sea juzgada por el delito de tentativa de homicidio. El argumento es que la mutilación podría haberle causado la muerte de no ser por una vecina que lo socorrió y facilitó la asistencia médica.
Durante la primera audiencia, la víctima, Sergio F., dio su versión sobre el ataque, aquel 24 de noviembre de 2017. «Empezamos a tener relaciones y me dijo que me iba a dar una sorpresita. Que tenía algo para darme. Me puso un antifaz, como de terciopelo. Después me dijo que adivinara con qué me tocaba. También quiso atarme, pero no quise. Empezó a hacerme sexo oral. De repente sentí algo. Me quiso matar en ese segundo», declaró, según el diario argentino Clarín.
Tal versión entra en conflicto con lo que contó la acusada. Barattini asegura que el hombre la quiso violar y que ella solo atinó a defenderse con lo primero que encontró: tijeras de podar debajo de la cama.
Nuevos elementos, sin embargo, fueron aportados por su entonces novio de aquel momento, quien llegó al departamento cuando el ataque se había consumado. Según declaró durante la audiencia, mientras Sergio F. yacía ensangrentado, la acusada le ofreció un bisturí y le pidió que lo asesinara, indicándole que la había violado. Algo que se negó a hacerlo. A partir de su testimonio, la defensa de la víctima alegó que el objetivo de Barattini era matarlo.
La defensa del hombre también busca rebatir la versión de que la mujer estaba dolida a raíz de imágenes íntimas suyas que la víctima habría difundido entre sus amigos. El abogado de la acusada alegó que su clienta se sintió «cosificada» por la actitud del hombre, señalando que no se trata de una justificación sino de «una explicación de lo que ella vivió durante casi un año».
En una carta pública divulgada en 2018, Barattini reconoció que había actuado «de una manera horrible» pero explicó: «Me sentía oprimida, devastada, vi perjudicada mi carrera, mi vida, mi mente, mis afectos… llegué a un punto que no di más… y dije basta».
La mujer se mantiene bajo prisión preventiva desde el día siguiente al ataque, a la espera del juicio que, tras el cambio de carátula, se suspendió y será reanudado el próximo 11 de septiembre. El fallo estará a cargo de un jurado popular de ocho miembros, sistema utilizado en la provincia para los crímenes calificados como ‘aberrantes’.
El hombre, por su parte, debió someterse a una cirugía de reconstrucción peneana, luego de que el ataque le provocara la pérdida del 90% de su pene.
En abril de 2019, las partes intentaron alcanzar un acuerdo que permitiera la extinción del delito y evitar el juicio. La mujer ofreció 30.000 dólares al hombre, que finalmente no aceptó y continuó con la demanda judicial.