Son mujeres jóvenes, esbeltas y atractivas, pero también llevan chalecos antibalas las sicarias que trabajan para los carteles mexicanos.
Según las autoridades cada día aumenta el número de asesinas a sueldo que operan a las órdenes del narcotráfico. Cada día se atribuyen más los asesinatos cometidos por estas audaces gatilleras.
En 2015, el cadáver de Joselyn Alejandra Niño lo hallaron descuartizado entre hileras de cerveza de un camión abandonado. El hallazgo se realizó en la ciudad mexicana de Matamoros. Junto a ese cadáver y dentro de una nevera encontraron los restos mutilados de otra mujer.
Sicarias a sueldo
Tras estos macabros crímenes se encontraba el llamado cartel de Las Flacas. Pesquisas posteriores establecieron que Joselyn era en realidad una sicaria. De acuerdo con investigaciones recientes estas matonas fueron amantes de grandes narcotraficantes que al finalizar sus relaciones optaron por seguir en el mundo delictivo.
Criminólogos estiman que las mujeres sicarias en realidad pretenden mantener el poder dentro del crimen organizado. Ahora se les contrata para asesinar y descuartizar. Detrás de esas figuras esculturales y sus pechos abultados se esconden homicidas que no sienten piedad.
Asesinan sin reparos, a cambio de cuantiosas sumas de dinero. Sus rostros, sus cuerpos son en realidad señuelos para evitar despertar sospechas.