La menor de edad, vivía en Ivey (Georgia, EE. UU.), donde murió de un paro cardíaco luego de sufrir una anemia severa provocada por las picaduras de piojos que tenía desde hace tres años.
Confirman los medios locales, que por este motivo, sus padres ahora están acusados de homicidio y crueldad infantil por haber ignorado los problemas de salud de la infante.
La victima, fue identificada como Kaitlyn Yozviak falleció el pasado 26 de agosto en un hospital.
El hecho ocurre después de que su madre Katie Horton la encontrara sin signos vitales en su cuarto y llamara a una ambulancia.
Según explicaron los médicos, la pequeña sufrió un grave pediculosis durante al menos 3 años, que podría haber reducido el nivel de hierro en su sangre.
Al respecto, de la muerte de Kaitlyn, las autoridades encontraron piojos en el colchón, los peluches y los muebles de su habitación, reporta AP.
De acuerdo con las declaraciones, de un trabajador social que estuvo en la casa afirmó que la negligencia de los padres con la menor fue la peor que había visto.
Presuntamente, los vecinos, contaron que hacía más de un mes que no veían a la niña jugando afuera.
Cabe destacar, que trabajadores sociales habían recibido varias denuncias por las condiciones peligrosas en su casa. Asimismo, en 2018 incluso enviaron a Kaitlyn a vivir con una tía durante 6 días. Esa fue la última vez que los servicios sociales visitaron la vivienda. Cita RT.