Liliana del Carmen Campos Puello, mejor conocida como “La Madame”, por manejar una de las redes de prostitución más grandes de Colombia, tenía registrados en unas 15 agendas, digitales e impresas, los datos de todos los clientes que utilizaban los servicios de fiestas sexuales que ofrecía.
Un dato revelador que dispuso la Fiscalía a un medio local es que entre las listas figuraban narcotraficantes, extorsionistas, sicarios, personajes de la farándula e incluso políticos elegidos por voto popular.
La Madame, que actualmente se encuentra con medida de aseguramiento en la cárcel de mujeres de San Diego de Cartagena acusada de concierto para delinquir, trata de personas, inducción a la prostitución y explotación sexual de menores de 14 años; advirtió al momento de su detención que no se iba a hundir sola y que revelaría los nombres de todos los funcionarios del Estado que solicitaron sus servicios, según reseñó Infobae.
Entre los clientes ligados a actividades criminales, las pruebas incriminan a cabecillas de la Oficina de Envigado, que maneja redes de narcotráfico en Medellín, los capos del Clan del Golfo, y otras bandas menores de microtráfico de droga.
La empresa que dirigía La Madame bajo el nombre de “Dream Fantasy Cartagena”, se encargaba según lo señalado en su registro mercantil de realizar contrataciones de “hoteles, barcos y restaurantes para atender a extranjeros que compraban sus paquetes turísticos”.
“Te sale más barato llevarlas desde acá -Cartagena-. En Cancún están cobrando 600 dólares por dos horas, las chicas te las dejo a 600 dólares por 24 horas, y te las mando bien amaestradas”, explica La Madame en un audio enviado a uno de sus clientes en México.
Otro elemento probatorio encontrado por la Fiscalía es un grupo de Whatsapp con el nombre “Eventos Cartagena”, en el que estaban incluidas entre unas 200 y 250 mujerestrabajadoras sexuales, incluidas menores de edad, de nacionalidad colombiana y algunas venezolanas.
De las fiestas sexuales que ofrecía La Madame como “paquetes turísticos, organizadas en yates y fincas, también hay evidencia en fotos y videos que han salido a la luz pública.