El propietario de la icónica marca de cosméticos Avon, conocida por sus vendedoras puerta a puerta, se declaró en quiebra después de haber sido afectado por demandas que alegaban que el talco en sus productos causaba cáncer.
Avon Products Inc. presentó su reclamación en Estados Unidos esta semana, informa la agencia Bloomberg.
La multinacional de belleza busca abordar 386 casos individuales relacionados con el talco, según documentos judiciales.
La defensa de demandas por lesiones personales y los pagos de acuerdos le han costado hasta la fecha a la compañía 225 millones de dólares (338 millones de dólares) y carece de «suficiente liquidez para litigar y/o resolver» los casos, dijo su director de reestructuración en documentos judiciales.
La empresa espera que el número de demandas aumente sin una solución permanente.
Avon Products es la última empresa en solicitar la quiebra para hacer frente a las demandas derivadas de la venta de productos de talco.
El gigante de las tecnologías farmacéuticas y médicas Johnson & Johnson ha intentado llegar a un acuerdo con los demandantes recurriendo a la quiebra varias veces y aún no ha tenido éxito.
En 2018, Avon cerró su negocio en Australia después de más de 50 años operando en el país.
Desde principios de la década de 1960, las representantes de ventas puerta a puerta, conocidas cariñosamente como «damas Avon», entregaban folletos publicitarios de productos de belleza, joyas y accesorios a hogares de todo el país.