La escasez obliga a intubar a pacientes de Covid-19 sin sedantes en Brasil

UCI en Brasil atención a pacientes de Coronavirus

La nueva ola de la pandemia del Covid-19 en Brasil es cada vez más aguda. Los trabajadores de salud denuncian que se ven obligados a intubar pacientes sin sedantes, debido a su escasez. La situación afecta a hospitales tanto públicos como privados en varias ciudades. A esta complicación se suma que, por primera vez, la propagación del virus golpea más fuerte a las personas menores de 40 años, que ahora son la mayoría de pacientes que ingresan a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

La falta de medicamentos marca el más reciente capítulo del colapso sanitario en Brasil, que experimenta un brutal brote del Covid-19 desde hace semanas. Médicos de varias ciudades aseguran que los hospitales se están quedando sin sedantes, por lo que se ven obligados a intubar pacientes sin esos calmantes.

La sedación es una práctica intrusiva en el cuerpo que en este caso es realizada para conectar a respiradores artificiales a las personas en estado grave. Pero muchas han tenido que soportarlo sin esos fármacos.

Un médico del hospital municipal Albert Schweitzer en Río de Janeiro afirmó que, durante días, los trabajadores de la salud diluían sedantes para que sus existencias duraran más. Una vez que se agotó, las enfermeras y los médicos tuvieron que comenzar a usar bloqueadores neuromusculares y atar a los pacientes a sus camas.

«Se relajan los músculos y se realiza el procedimiento con facilidad, pero no tenemos sedación (…) Algunos intentan hablar, se resisten. Están conscientes», dijo el profesional de salud que pidió guardar su identidad.

El secretario de Salud del estado de Sao Paulo, Jean Carlo Gorinchteyn, dijo en rueda de prensa, el pasado miércoles, que la situación es terrible en el estado más poblado de Brasil. El jueves, más de 640 hospitales estaban al borde del colapso por carencia de medicamentos, y la escasez total es posible para dentro de pocos días, señaló.

«Necesitamos el apoyo del Gobierno federal (…) Esto no es una necesidad para Sao Paulo; es una necesidad para todo el país”, dijo Gorinchteyn.

Una trabajadora médica administra medicamentos a un paciente con Covid-19, que se encuentra intubado en una Unidad de Servicios de Emergencia, en Sao Carlos, Brasil, el 16 de abril de 2021.

Los funcionarios de salud de su estado enviaron nueve solicitudes de medicinas para intubación al Ministerio de Salud en los últimos 40 días, según un comunicado. Su última entrega fue suficiente para cubrir solo el 6 % de las necesidades mensuales en la red de salud pública del estado, de acuerdo con las autoridades sanitarias locales.

Río de Janeiro y Sao Paulo, las dos urbes más grandes del país y con mayor número de pacientes por el virus, han hecho sonar la alarma. No obstante, la problemática se extiende a los centros médicos de otras ciudades como Itaiopolis, en el sureño estado de Santa Catarina.

El vecino estado de Rio Grande do Sul también informó que se están agotando los suministros. «La situación es desesperante (…) Necesitamos urgentemente que el Ministerio de Salud reponga las existencias en los hospitales, o de lo contrario los pacientes intubados pueden despertarse sin medicación, y eso sería terrible», sostuvo la secretaria de salud de Rio Grande do Sul, Arita Bergmann.

La situación tampoco es exclusiva de los centros médicos públicos, pues la Asociación Nacional de Hospitales Privados de Brasil publicó una encuesta el 15 de abril en la que 71 de ellos informaron tener suministros para cinco días o menos. Y aproximadamente la mitad señaló que tiene material para una semana. Los familiares de los enfermos buscan desesperadamente sedantes para sus seres queridos.

Médicos Sin Fronteras culpa a Bolsonaro, mientras Brasil intenta conseguir los fármacos en el extranjero

«Estamos en una emergencia de salud pública internacional», dijo el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, al tiempo que informó que su país está en conversaciones con España y otras naciones para asegurar los medicamentos de emergencia. Asimismo, indicó que los hospitales también luchan por obtener suficiente oxígeno.

“El Ministerio de Salud, en alianza con la OPS (Organización Panamericana de la Salud), realizó una compra internacional de estos insumos que apuntan a recuperar nuestro stock. Además de esta acción con la OPS, una relación bilateral entre Brasil y otros países, especialmente España, también nos traerá medicinas en el corto plazo para hacer frente a esta situación de emergencia”, afirmó Queiroga.

Se espera que las donaciones del Gobierno español lleguen la próxima semana. Por ahora, algunos hospitales podrán contar con un cargamento que llegó en la noche del jueves procedente de China. El envío de 2,3 millones de medicamentos, donados por las principales empresas brasileñas, incluida la minera Vale y la estatal petrolera Petrobras, aterrizó en Sao Paulo.

La crítica situación en el país ejerce una creciente presión internacional sobre el presidente Jair Bolsonaro. La organización de ayuda humanitaria, Médicos Sin Fronteras (MSF), señaló que la «respuesta fallida» de Brasil ha provocado miles de muertes evitables y creado una catástrofe humanitaria que aún podría empeorar.

La pandemia en Brasil ahora golpea con más fuerza a los menores de 40 años

Por primera vez desde que la pandemia llegó a este país, las personas menores de 40 años representan la mayoría de pacientes internados en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

De acuerdo con la Asociación de Medicina Intensiva Brasileña (AMIB), los jóvenes constituyeron el 52,2 % de pacientes en cuidados intensivos en marzo. Es decir, un aumento del 16,5 % en comparación con el periodo comprendido entre septiembre y noviembre del año pasado. Es además una cifra récord para esta franja de edad.

«Los jóvenes dejaron de preocuparse y se expusieron masivamente, basta mirar las fiestas de fin de año, año nuevo, carnaval. Esa población joven se expuso de forma desproporcionada, mucho más que cualquier otra población y ahora vemos el resultado», explicó la epidemióloga Ana Maria de Brito.

Sin embargo, los expertos también indican que la situación se agrava en medio de la transmisión de una variante del virus conocida como P.1, que se ha estado extendiendo por Brasil y que puede ser más agresiva que la original. Los trabajadores de salud han informado que requieren mucho más oxígeno para pacientes que el año pasado.

Actualmente, más brasileños mueren a causa del virus cada día que en cualquier otro lugar del mundo. El país más grande de América del Sur registra un total 13.746.681 contagios y 365.444 muertes.

Coninformación de AP, Reuters y EFE

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