La enfermera de Chávez, Claudia Patricia Díaz lo cuenta todo: «Huele a dinero de Chávez

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Claudia Patricia Díaz y Adrián José Velásquez, dos exmilitares del círculo próximo a Chávez, residentes en España y pendientes de extradición, fueron investigados en Seychelles y ahora en Venezuela por «operaciones sospechosas» de blanqueo

Claudia Patricia Díaz y Adrián José Velásquez no forman un matrimonio al uso de inmigrantes latinoamericanos que reside en España. Ambos fueron figuras muy relevantes del entorno de confianza del malogrado Hugo Chávez, reseña El Confidencial

Ella fue oficial de la Armada venezolana y una vez que llegó a ganarse la amistad del presidente ejerció como su enfermera personal cuando a comienzos de 2011 se le detectó a Chávez el cáncer que acabaría con su vida en marzo de 2013. La confianza del presidente en Claudia Díaz se hizo patente al nombrarla responsable de la Oficina Nacional del Tesoro de Venezuela entre 2011 y 2013 y secretaria del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden). Esta última institución gestionaba entonces cientos de miles de millones de dólares procedentes de lo ingentes ingresos de la estatal petrolera PDVSA en esos años de bonanza del crudo.

Según relata en su libro inédito ‘Mis huellas’, al que tuvieron acceso los periodistas, Díaz hacía guardias de 24 horas para cuidar a Chávez. En su obra agradece a Cuba su postgrado en Enfermería y detalla la íntima relación que guardaba con el mandatario: «Le acompañaba silenciosa hasta que él se durmiera… Mi lugar era sentarme a su lado en el vehículo donde él viajaba». Entre otras cosas, cuenta que ya trabajaba en la oficina de Oficina Nacional del Tesoro antes de ser nombrada presidenta, en sustitución de Alejandro Andrade, otro militar venezolano que vive entre caballos y lujosas propiedades en el sur de Estados Unidos.

Por su parte, su marido Adrián Velásquez fue entre 2005 y 2008 oficial de la Dirección General de la Contrainteligencia Militar. Después, hasta la muerte de Chávez, ocupó la jefatura del Departamento de Seguridad de la Guardia del Palacio Presidencial, un cargo de la máxima relevancia para Chávez que siempre sospechó de conspiraciones para derrocarlo mediante la fuerza.

Según un informe reservado del Ministerio Público de Venezuela al que ha tenido acceso en exclusiva este diario, Velásquez «utilizó su investidura en los cargos ocupados para la obtención de beneficios económicos particulares, incrementando su capital de manera desproporcionada con respecto a sus ingresos». Para exportar ese patrimonio, entre febrero de 2011 y 2015 creó siete sociedades en Panamá, una en Florida (EEUU) y otra en Venezuela, informa el escrito de la Fiscalía venezolana que dirige Tarek Saab William.

Asimismo, en abril de 2016, cuando se publicó la primera entrega de la investigación de los papeles de Panamá, Díaz y Velásquez fueron señalados por los artículos de varios medios porque justo después de ser desposeídos de sus cargos por el nuevo Gobierno de Nicolás Maduro, tras el fallecimiento de Chávez, crearon en abril de 2013 sociedades ‘offshore’ en las Islas Seychelles y Panamá para supuestamente poner a salvo el patrimonio acumulado al calor del chavismo. La empresa de Seychelles, Bleckner Associates Limited, tenía poseía una cuenta en la entidad de banca privada suiza Banca della Svizzera Italiana (BSI). Todo ello al mismo tiempo que trasladaban al enclave turístico de Punta Cana en República Dominicana.

Ahora, la secuela de los papeles de Panamá desvela que el bufete de Ginebra intermediario entre Mossack Fonseca y Bleckner Associates, V3 Capital Partners LLC, solicitó finiquitar esa sociedad a los pocos días de que se publicara el escándalo de los papeles de Panamá. Al mismo tiempo, la Unidad de Inteligencia Financiera (FIU) de Seychelles abría a Bleckner Associates un «informe de operaciones sospechosas», una investigación que suelen abrir las autoridades fiscales para detectar actividades ilícitas o que puedan contar entre sus beneficiarios o accionistas con políticos, criminales o evasores de impuestos.

Esa investigación por «operaciones sospechosas» era enviada por la FIU a Mossack Fonseca a mediados de abril de 2016. Josette Roquebert, del departamento de Creación de Sociedades del despacho panameño, se queja amargamente de que la carga de la prueba la ponga la FIU en ellos y no en el banco donde está depositado el dinero de los Velásquez. Le parecía surrealista la situación.

En paralelo, directivos del propio despacho Mossack Fonseca renunciaban a representar en su sede de Seychelles a la sociedad de la que eran beneficiarios Adrián Velásquez y su hermano Josmel José. Las comunicaciones internas de Mossack Fonseca se exponía que tenían que salir de cualquier relación con Bleckner Associates porque los fondos de la cuenta suiza asociada a esa sociedad olían «a dinero de Chávez».

Esta información deriva de nueva filtración de documentos internos de Mossack Fonseca que ofrece una visión privilegiada de cómo ese bufete panameño y los profesionales con los que hacía negocios se comunicaron antes, durante y después de la publicación de la investigación periodística. Esclarece la trastienda de sus reacciones.

Los nuevos archivos —que incluyen correos electrónicos, listados de beneficiarios o expedientes de casos delictivos— están fechados entre el comienzo de 2016 y el final de 2017, solo tres meses antes de que Mossack Fonseca echara el cierre a sus oficinas en Panamá y otros 40 países. El diario alemán ‘Süddeutsche Zeitung’ obtuvo ambas filtraciones, y las compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y sus medios asociados, que en España son El Confidencial y La Sexta TV.

La cuenta en Suiza

Hugo Chávez agonizaba a finales de 2012 por su cáncer. Apenas ya aparecía en actos públicos, pero Claudia Díaz y Adrián Velásquez seguían al pie de su cama.

Entretanto, en noviembre de 2012, Velásquez abría una cuenta en el banco BSI de Lugano, integrado en EFG Bank desde 2016. Así lo atestigua un certificado que emite el propio banco en junio de 2015 y que remite a Mossack Fonseca.

Después de ser cesados de sus puestos por el Gobierno de Maduro, los hermanos Adrián y Josmel José Velásquez crearon en Seychelles Bleckner Associates Limited para gestionar de forma anónima su cuenta en Suiza.

El Confidencial solicitó una entrevista con la pareja investigada que vive en Madrid, pero rehusaron concederla. El abogado de la pareja niega que hubiera una cuenta de BSI asociada a Bleckner Associates.

Investigados en Venezuela

Tras la publicación de los papeles de Panamá en abril de 2016, el Ministerio Público venezolano abrió una investigación a los Velásquez y a Claudia Figueroa. De acuerdo con el informe al que ha tenido acceso El Confidencial, las pesquisas se llevaron a cabo por la Dirección General de Contrainteligencia Militar, institución donde precisamente había trabajado entre 2005 y 2008 Adrián Velásquez.

En el marco de esa investigación, las autoridades venezolanas detuvieron al hermano de Adrián, Josmel José, y a su madre, Amelis María Figueroa, en abril de 2016 «cuando pretendían salir de la República Bolivariana de Venezuela hacia el país de Curaça en un vuelo privado», según reza el informe de la Fiscalía.

El escrito del Ministerio Público añade que se produjeron allanamientos de las propiedades de la pareja y sus familias en Venezuela. Su representante legal, Manuel Varela, señala: «Entendemos a través de vecinos que su piso lo utilizan las autoridades venezolanas ilegalmente como si fuera propiedad personal de algunos oficiales. Esos mismos vecinos han comentado que las autoridades han sacado bienes personales y aunque lo requiere la ley no hay ningún registro de lo que han llevado. Esto es parte de la persecución del gobierno venezolano contra el Sr. Velásquez y la Sra. Díaz».

En la primavera de 2016, Venezuela emitió una orden de detención internacional que llegó a Interpol. Como consecuencia de esa orden, Claudia Díaz y Adrián Velásquez fueron detenidos durante unas horas en Madrid por orden de la Audiencia Nacional, que en estas semanas está estudiando la posible extradición del matrimonio solicitada desde Caracas. Díaz y Velásquez viven días de angustia porque no desean esa extradición a su país de origen.