Un conductor alcoholizado truncó el sueño de Jessica Padgett de casarse con Kendall, pero ella le hizo un sentido homenaje
“Sí, quiero”, iban a decir el 29 de septiembre. Pero una tragedia impidió que el momento tan esperado se concretara. Ese mismo día, ella se puso el vestido de novia, se maquilló, se peinó, y fue a visitar al que era su “futuro marido” al cementerio, en un encuentro que quedó registrado en una emotiva galería de fotos .
La logística fue similar a la de cualquier boda. A Jessica Padgett, una asistente de terapia ocupacional que vive en Indiana (Estados Unidos), la esperaba su vestido de novia colgado en una puerta. Un grupo de mujeres familiares y amigas la rodearon, mientras una estilista le daba los toques finales a su imagen.
Al punto de encuentro se fueron acercando los invitados, por parte del novio y de la novia. Cuando ya estaban todos reunidos, la dama de honor y el padrino compartieron sus discursos. Como broche de oro, al anochecer, los invitados prendieron globos de papel y los lanzaron al cielo. El rostro de Jessica no mostraba nervios, ni emoción, sino una profunda tristeza.
Kendall James Murphy era un bombero de Montgomery, Indiana (Estados Unidos). Según informan en el Daily Mail, falleció en noviembre de 2017 cuando su compañero, Colby Blake, chocó su vehículo mientras ambos estaban trabajando. Blake tenía más alcohol en sangre del permitido y tras el incidente fue detenido.
En honor a la memoria de su futuro marido, Jessica posó en varias fotos con su vestimenta y el equipo de extinción de incendios. Una de las imágenes más impactantes la muestra de pie, tomando las botas de su novio. Al lado de ella, aparece “photoshopeado” el cuerpo de Kendall.
“Es difícil cuando extrañas a alguien. Pero, ya sabes, si lo extrañas, fuiste bendecido. Significa que tenías a alguien especial en tu vida, alguien que vale la pena”, escribió en Facebook la fotógrafa de “Loving Life Photography”, que retrató la especial ceremonia, junto a la galería de imágenes que fue compartida más de 23 mil veces.
“Era un hombre de Dios, desinteresado, que amaba pasar tiempo con familiares y amigos”, lo recuerda la Asociación Nacional de Bomberos Caídos, que le rindió varios homenajes.
Kendall le había propuesto matrimonio a Jessica en 2016. Fue en el estadio de béisbol de Notre Dame donde el novio se arrodilló y sacó un anillo de su bolsillo. Aunque el ansiado evento no pudo concretarse, la joven se mostró muy agradecida.
“No puedo darle las gracias a todo el mundo por toda esta semana. Me siento más allá de lo consentida y amada. Esta semana no fue el resultado que quería, pero todo el mundo me hizo sentir especialmente amada”, escribió en Facebook después de la ceremonia. Y concluyó: “Gracias a todos por hacer mi día de boda especial, aunque no pude casarme con el hombre de mis sueños”, reseña LaVanguardia