El Gobierno informó que la detenida se encuentra estable y solo presenta algunos rasguños en uno de sus brazos.
Por medio de una conferencia de prensa, el Gobierno boliviano informó que Jeanine Áñez pretendió lesionarse en el penal donde cumple su detención preventiva. El ministro del Interior, Eduardo del Castillo, manifestó durante la madrugada de este sábado (21.08.2021) Áñez intentó autolesionarse, quedando con algunos «rasguños» en uno de sus brazos.
Castillo sostuvo que Áñez está «completamente estable» y que las lesiones que presenta son «superficiales». Agregó que la exmandataria «tiene todas las condiciones vitales» para cumplir su detención preventiva y que se respetan sus derechos. La expresidenta transitoria presenta problemas de hipertensión arterial y depresión, por lo que este mes dejó el penal Miraflores de la Paz, donde se encuentra recluida, para someterse a pruebas médicas.
No obstante, la versión de su abogado habla de intento de suicidio. Jorge Valda, señaló que Áñez está enviando «un mensaje de ayuda, auxilio y socorro». «El día de hoy Jeanine Áñez ha intentado quitarse la vida, ha intentado un autoatentado en el que gracias a Dios ha fracasado», afirmó Valda en un video enviado por su equipo de colaboradores después que el gobierno informara que la dirigente se infringió una «autolesión».
En tanto, los expresidentes Carlos Mesa (2003-2005), Jaime Paz Zamora (1989-1993) y Jorge Quiroga Ramírez (2001-2002) expresaron su preocupación por la salud de Áñez a través de una carta firmada por los tres, en la que hacen un llamado urgente al Órgano Judicial y la Fiscalía General del Estado para preservar la integridad física y psicológica de Áñez.
Los tres exmandatarios señalan en la misiva que los informes médicos y las imágenes de la expresidenta evidencian el «deterioro de su salud», por lo que consideran que es «crucial e inaplazable revisar su situación jurídica que le permita defenderse «resguardando su derecho a la salud».
Áñez cumple su detención preventiva por el golpe de Estado. Hasta ahora lleva más de cinco meses detenida, tras haber sido acusada por delitos como terrorismo, sedición y conspiración por los sucesos ocurridos durante la crisis política y social de 2019. Además, en el Parlamento boliviano están otras proposiciones acusatorias en su contra.