Javier Milei asume la presidencia de Argentina: Ha prometido un cambio radical en su país

Cuarenta años después del fin de la dictadura en Argentina, la ultraderecha llega a la Casa Rosada de la mano del político antisistema Javier Milei, quien logró a finales de noviembre ganar las elecciones presidenciales en segunda vuelta con una ventaja de más de 10 puntos sobre el candidato peronista, Sergio Massa.

Milei toma posesión del cargo este domingo una ceremonia a la que asistirán políticos como el primer ministro húngaro, Víktor Orbán, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, o el líder de Vox en España, Santiago Abascal. Entre los representantes confirmados también se encuentran el presidente de Chile, Gabriel Boric, y el de Urugay, Luis Lacalle Pou, mientras que en representación de España irá el rey Felipe VI. Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha rechazado la invitación del argentino por cuestiones de agenda.

El nuevo presidente de Argentina prometió cuestiones polémicas a lo largo de su carrera hacia la Casa Rosada, con propuestas y declaraciones radicales y provocativas. Milei ha prometido un cambio radical en un país que lucha contra una crisis económica con una inflación que supera el 140%, reservas netas en número rojos y con una tasa de pobreza superior al 40% de la población.

«Si no hay pragmatismo e intenta cumplir de forma radical su programa electoral y las medidas más extremistas de ese programa, tenemos dos situaciones. Primero, ver si puede hacerlo por la cuestión de la gobernabilidad y la aritmética parlamentaria y, segundo, el impacto social que va a traer consigo si se pone en marcha un aumento de las desigualdades en un país en el que la tensión entre los sectores de más altos ingresos y los sectores de bajos ingresos es muy alta», explica a RTVE.es el profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Fernando Harto. «Milei ha prometido un cambio radical. Si no se ve este cambio radical o si lo que hace ese cambio es empeorar las condiciones de vida, sus votantes se pueden volver en su contra«, añade.

Aunque Milei ganó los comicios con un claro margen, su movimiento Libertad Avanza es sólo la tercera mayor fuerza política del Congreso de Argentina, lo que sugiere que tendrá que sellar acuerdos con partidos opositores y lo más probable es que se avecinen negociaciones difíciles.

«El Congreso está absolutamente fragmentado. Milei tiene que optar por un estilo de negociación permanente y de ir medida por medida. Las señales que está emitiendo Milei en el periodo de traspaso de poderes van por ahí. Estamos viendo cómo ha rectificado sus declaraciones incendiarias sobre el papa Francisco y cómo está intentando mostrar una cara más amable, más negociadora, más pragmática», recalca Harto.

La prioridad, el control de la inflación

Dada la situación a la que se enfrenta el país, con un 142,7% de inflación interanual y una gran distorsión en los precios, la economía será precisamente el asunto en el que centrará Milei su gestión una vez que tome posesión.

El economista ha prometido una terapia de ‘shock’ que modificará el rumbo de la política económica de Argentina. Durante su campaña, Milei ha prometido llevar adelante un ajuste para recuperar el equilibrio fiscal el próximo año, cerrar el Banco Central para acabar con la emisión monetaria -a la que achaca la elevada inflación del país- y dolarizar la economía.

«La prioridad es el control de la inflación y eso va a ser en lo que más se centre», asegura en declaraciones a RTVE.es el profesor de Ciencias Políticas de la UCM, Jorge Resina. «Su intención es, una vez tome posesión como presidente, preparar una ley ómnibus en la que hay muchos asuntos, sobre todo económicos. Se prevé que va a haber un ajuste estructural fuerte, que habrá recortes», comenta.

En la misma línea, la profesora de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires, Elsa Llenderrozas, recalca que las medidas prioritarias que va a a adoptar de Milei van a estar «sin duda, en el plano económico». «Lograr algún plan de estabilización de la inflación, resolver cuestiones referidas a financiamiento externo y resolver también una situación particular de la economía, que es la cantidad enorme de masa de pesos y el endeudamiento», indica la profesora.

«Por lo que va a apostar es por dar respuestas más simbólicas, recortar gastos de la clase política, a lo que llaman los privilegios de la política en distintos segmentos, que se refieren más al gasto político. Ahí va a balancear lo que va a poder abordar inicialmente, con lo que no va a poder cumplir«, recalca.

Las promesas más radicales, las más complicadas de cumplir

Milei, apodado por algunos de sus críticos como «El Loco», ha prometido reformas drásticas. Precisamente son estas propuestas, las más radicales, las que los expertos coinciden en que será más complicado que el nuevo presidente de Argentina cumpla.

«Ha hecho mucha campaña mencionando la dolarización, que es un salto muy importante e irreversible en términos monetarios, pero eso ya está fuera de agenda», señala Llenderrozas. «Así que los votantes que esperaban en esa dirección, van a ver incumplimiento. Las expectativas están en qué va a poder abordar y enfrentar la inflación y dar una respuesta más o menos rápida. Esas expectativas van a ser incumplidas, porque para enfrentar la inflación a estas tasas, necesitas varios meses o más de un año. Eso no lo va a poder cumplir», subraya.

Por su parte, Resina indica que Milei no va a poder cumplir sus «grandes promesas» porque «son inviables». «Planteaba el cierre del Banco Central, pero eso es inviable. La dolarización tampoco creo que la pueda cumplir», afirma el profesor de la UCM. «Tampoco creo que pueda cumplir con todo el recorte que promete del Estado. Una cosa es que pueda hacer un ajuste estructural, que recorte ministerios o fondos, pero no va a poder recortar prestaciones sociales«, añade.

La filosofía que persigue Milei y su entorno aboga por minimizar el rol del Estado a su mínima expresión y defiende el derecho a la propiedad privada y la libertad total de los individuos. En este sentido, el economista ha asegurado que recortará drásticamente el gasto público eliminando ministerios, subsidios a los servicios públicos y el fin de la inversión estatal en obras públicas.

Además, en cuestiones sociales, quiere flexibilizar las leyes sobre la posesión de armas, prohibir el aborto y permitir la compra y venta de órganos humanos, entre otros asuntos.

«Privatizar la Seguridad Social y tratar que las prestaciones de jubilación se privaticen, ya vimos en el caso chileno a dónde condujo», recalca Harto. «No sería una privatización a ultranza, sino ir a un sistema mixto, en el que los seguros privados tuvieran más presencia de la que tienen ahora. Eso es una cosa y otra es eliminar la participación del Estado en la Seguridad Social y transformarlo en un mecanismo privado», añade.

Durante la campaña, Milei también ha mostrado su rechazo al bloque comercial de Mercosur, que Argentina comparte con Uruguay, Paraguay y Brasil. Mercosur y la Unión Europea firmaron un acuerdo comercial en 2019 tras 20 años de negociación, pero todavía está pendiente de ratificación.

Según Harto, en términos de relaciones internacionales es donde «es posible que Milei pueda tener un mayor grado de cumplimiento de su programa«. «Argentina está en disposición de salir del Mercosur y revisar su participación en Mercosur, pero estamos con esa dialéctica entre el cumplimiento total y la moderación del pragmatismo. Va a haber una disminución de la intensidad de la participación de Argentina en Mercosur, pero probablemente no haya una salida de Argentina«, opina.

Ministros cercanos a Milei o ‘menemistas’

Con el nombramiento de Luis Petri, candidato a vicepresidente por la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio en las últimas presidenciales de Argentina, como ministro de Defensa, Milei ha cerrado el diseño de su Ejecutivo.

El futuro ministro de Defensa argentino pertenece a Union Cívica Radical, una formación que está integrada en la alianza centroderechista PRO, que no apoyó a Milei en la segunda vuelta de las elecciones, aunque sí lo hicieron dos figuras destacadas de esa alianza, el expresidente Mauricio Macri y la excandidata Patricia Bullrich, quien ha aceptado ser ministra de Seguridad en el Gobierno de Milei.

El nuevo Ejecutivo de Milei, además de Bullrich y Petri, estará formado por Sandra Pettovello, como ministra de Capital Humano, Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, Guillermo Francos, ministro del Interior, Mariano Cúneo, ministro de Justicia, Guillermo Ferraro, ministro de Infraestructura, Nicolás Posse, como jefe de gabinete, y Luis Caputo, como ministro de Economía.

«Son personas o bien cercanas a Milei, a su paso por la actividad privada, como es el caso de ministro de Justicia, o bien tienen reminiscencias del gobierno menemista, primero por la orientación general del gobierno, que va a ser mucho recorte de gasto, reforma del Estado e intento de privatizaciones, y segundo, porque son personas que han participado en el gobierno de Menem», indica Llenderrozas, en referencia al expresidente argentino Carlos Menem, durante cuyo gobierno se privatizaron numerosas empresas estatales.

Uno de los ministros que más trabajo tendrá será el de Economía, Luis Caputo, quien ya estuvo en el mismo cargo durante la presidencia de Macri. «Tiene un perfil bastante ortodoxo», asegura Resina, quien no ve al ministro como algo «muy novedoso». «Lo veo más como una recuperación de cierto perfil vinculado a los ajustes estructurales de políticas neoliberales«, añade.

Resina coincide con Llenderrozas en que Milei está «recuperando cuadros del menemismo con nombramientos como el del procurador Rodolfo Barra, que fue ministro de Justicia con Menem, así como el sobrino de Menem, Martín Menem, que va a ser presidente de la Cámara Baja». «Es llamativo. No tiene mucho recorrido político, pero lógicamente el apellido pesa y se le asocia al menemismo», destaca.

La incógnita de si el apoyo de Bullrich condicionará su gestión

Macri y Bullrich hicieron un pacto con Milei conocido como el acuerdo de Acassuso, por el que si la fórmula integrada por la exministra de Seguridad y Petri se quedaba fuera de la carrera electoral apoyarían al candidato ultraderechista en la segunda vuelta frente al peronista Massa. Este respaldo del expresidente y la exministra a Milei se definió como «incondicional», pero desde que el ultraderechista venció en los comicios, la formación de centroderecha negoció con Milei posiciones en su Ejecutivo.

Bullrich ha aceptado ser ministra de Seguridad de Milei y ha anunciado que convocará elecciones internas para principios de 2024 para elegir la nueva dirección de Propuesta Republicana, el partido fundado por Macri que forma parte de la coalición Juntos por el Cambio y que ella misma lidera. Petri, quien acompañó a Bullrich en la primera vuelta de los comicios, será el próximo ministro de Defensa.

«Ese pacto inicial entre Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Milei se ha ido deshilachando en el camino«, asegura Llenderrozas. «Hoy ya es una participación de Bullrich a título personal. Es posible que tenga algún otro ministerio, pero ya no es una participación del Pro. Macri se preocupó de dejar bien claro que esta participación no es una coalición de gobierno con el Pro, sino una participación de Bullrich a título personal que va a estar acotada a la agenda de Seguridad», recalca.

A juicio de Resina, el futuro Gobierno de Milei no estará condicionado por Bullrich. «La relación con Macri está rota. Bullrich no va a tener tanto peso. La va a dejar encargada sobre todo para el control de la movilización social y para el tema del narco, pero no veo que vaya a condicionar a Milei», opina.

Una opinión diferente tiene Fernando Harto, quien cree que las «élites políticas argentinas tradicionales son estamentos que están muy consolidados y no es fácil desalojarlos del poder» y «esos apoyos de Bullrich y de Macri, ahora toca pagarlos». «Se van a pagar a través de negociaciones complejas y de pactos. Si Milei quiere aguantar los cuatro años de la Presidencia, se va a ver obligado a darle peso específico a Bullrich, a Macri, a esa derecha tradicional que tanto criticó y con la que se va a ver obligado a negociar medida tras medida», subraya.