El presidente de Colombia, Iván Duque, afirmó este martes que «el mundo debe aislar al régimen venezolano» durante un debate con Robert Maylle, presidente de la organización International Crisis Group (ICG) en Bruselas.
En este foro Duque alegó que la actual crisis migratoria venezolana es «apocalíptica» y «la mayor crisis humanitaria de la historia de Latinoamérica».
El presidente colombiano hizo estas declaraciones tras la demanda interpuesta por varios países contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la Corte Penal Internacional por delitos contra los Derechos Humanos.
Colombia, Argentina, Paraguay, Perú, Canadá y Chile formalizaron el pasado 27 de septiembre una petición para investigar presuntos delitos de lesa humanidad desde febrero de 2014.
Duque afirmó durante esta conferencia, parte de su primera visita oficial a Europa, que «la intervención militar no es una solución», pero que son necesarios esfuerzos para que el pueblo venezolano «se sienta libre».
Sobre el flujo migratorio de miles de venezolanos hacia Colombia, aseguró que «soy consciente de que tiene consecuencias, pero debemos dar una lección al mundo, debemos actuar y mostrar al mundo la fraternidad de América Latina».
El presidente colombiano también hizo referencia al proceso de paz que tiene lugar en su país y a las negociaciones «congeladas» con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Duque apuntó que el ELN debe cesar sus «actos violentos» si desea continuar con las negociaciones de paz, en referencia a los más de 400 actos criminales y asesinatos a los que el presidente vinculó a la guerrilla.
«Si quieren hablar de paz, estoy listo, pero tienen que liberar a los secuestrados y poner fin a su actividad criminal», dijo Duque, quien también advirtió de que no puede darle al pueblo de Colombia «la idea de que la violencia te puede dar la oportunidad de hablar con el Gobierno».
En este sentido, el presidente colombiano añadió que «mi deber es cumplir con los mandatos de mi Constitución de defender y proteger al pueblo colombiano, no podemos legitimar la violencia como una manera de alcanzar beneficios políticos».
Iván Duque defendió una política de «cero tolerancia» con los violentos centrada en la «erradicación» y sustitución del narcotráfico por prácticas económicas legales y de apoyo a las zonas afectadas y a aquellos que quieren «incorporarse» a la sociedad.
Sobre las próximas elecciones brasileñas, Duque afirmó estar dispuesto a «estrechar vínculos» con el país independientemente de quien gane y «hacer un esfuerzo por la integración en América Latina».
La conferencia fue organizada por ICG, un grupo internacional financiado por el filántropo George Soros y dirigido a la resolución y prevención de conflictos armados internacionales, como el proceso de paz con las FARC en Colombia.
Este debate formó parte de la extensa agenda de Duque en su primera visita oficial a Europa, que le llevó hasta Italia y El Vaticano y continuará este miércoles en la capital belga.