Iota salió de Honduras en la madrugada de este miércoles convertida en depresión tropical y se internó en El Salvador, de donde cruzará al Pacífico y se disolverá, dejando severos daños y lluvias que continuarán afectando con mayor incidencia el occidente hondureño, informó una fuente oficial.
«Esperamos que en las próximas horas Iota abandone Centroamérica en el Pacífico dejando bandas de precipitaciones a nivel nacional», dijo a periodistas Víctor Ortega, del departamento de Pronósticos de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Agregó que las mayores precipitaciones se centrarán en el occidente y que zonas como el extenso valle de Sula, en el norte, y en Tegucigalpa, centro, los montos de lluvia, aunque son menores que los del martes, pueden representar alto riesgo.
Hacia las 06:00 horas locales (12:00 GMT) los vientos de Iota eran de 55 kilómetros por hora.
En algunas regiones de las más afectadas en Honduras las precipitaciones alcanzarían los 200 milímetros, mientras que en las zonas urbanas serían menores a los 100 milímetros.
Iota, que el lunes llegó a Nicaragua convertido en huracán categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, entró anoche a Honduras por el sur del departamento de El Paraíso, en el oriente del país, y siguió con un desplazamiento de unos 19 kilómetros por hora y vientos entre 80 y 90 kilómetros por hora, cruzando los sureños departamentos de Choluteca y Valle, hasta entrar a El Salvador.
El fenómeno ha causado el desborde de ríos, inundaciones, rotura de carreteras, puentes y derribo de árboles y tendidos eléctricos, entre otros daños.
Lluvias
Las lluvias han cesado en el departamento de Gracias a Dios, al este, en el Caribe y fronterizo con Nicaragua, que comenzó a ser azotado desde el domingo.
También han cesado las precipitaciones en una parte del departamento de Colón, también en el Caribe, colindante con Gracias a Dios.
Hasta ahora solamente se conoce, de manera extraoficial, el fallecimiento de una niña en el sector de Brus Laguna, departamento de Gracias a Dios, por el derribo de varias casas y árboles.
El fenómeno se sumó al huracán Eta que, convertido en huracán categoría 4, entró por Nicaragua en la primera semana de noviembre, dejando mayores daños en Nicaragua, Honduras y Guatemala.
En el caso de Honduras, Eta y Iota han afectado a más de tres millones de personas, según registros de la Copeco, a los que se suman cerca de 100.000 evacuados y pérdidas materiales y económicas que no han sido cuantificadas, pero que podrían superar los 3.000 millones de dólares, según analistas. EFE