Industria y agricultores de EEUU exigen a Trump resolver pleito con China

Los productores de soja y la industria estadounidense demandaron el martes al presidente Donald Trump retirar su amenaza de nuevos aranceles a productos chinos y rápidamente cerrar la guerra comercial con Pekin.

Ese mensaje tuvo como refuerzo la agitación de los mercados pues en Estados Unidos las acciones llegaron a caer 2% por primera vez en meses por miedo a que las nuevas tensiones entre las mayores economías mundiales aventen un acuerdo.

Trump se propone más que duplicar desde el viernes los aranceles a productos chinos importados por unos 200.000 millones de dólares luego que sus negociadores acusaron a Pekin de haber dado marcha atrás en compromisos ya asumidos para reducir el défict comercial estadounidense, parar el robo de tecnología estadounidense y reducir los masivos subsidios a la producción china.

Los productores estadounidenses, que tienen a China como principal cliente, temen represalias de Pekin que extiendan las penurias que vienen sintiendo desde el año pasado por la guerra comercial, dijo Davie Stephens presidente de la asociación que nuclea a los productores de la oleaginosa.

El año pasado las ventas de soja estadounidense a China cayeron 75% contra 2017 y sumaron apenas unos 3,000 millones de dólares luego que Pekin impuso aranceles en represalia a las medidas tarifarias de Trump.

Stephens dijo que los precios están deprimidos por lo que «se necesita que China reabra su mercado a las exportaciones de soja de Estados Unidos en cuestión de semanas, no de meses» y antes de que empiece la cosecha de 2019 en setiembre.

«El costo financiero y emocional que pagan los productores estadounidenses de soja no puede ser ignorado», dijo.

La industria química tiene problemas similares y también reclamó a la Casa Blanca que resuelva rápidamente el problema.

«Los riesgos de seguir usando a los aranceles como táctica de negociación con China simplemente son demasiado altos y no es claro que tengan algún beneficio potencial», dijo Cal Dooley, presidente del Consejo de la Industria Química de Estados Unidos.

«China suministra a Estados Unidos numerosos productos químicos que no están disponibles en otro lado y son insumos decisivos para las manufacturas en Estados Unidos», dijo.

– Seguirán negociando –

A pesar de la dura retórica estadounidense, China dijo el martes que su principal negociador Liu He, encabezará su delegación en las tratativas que se realizarán en Washington el jueves y viernes; un día más tarde de lo previsto originalmente.

El anuncio fue bien recibido en las bolsas chinas, que la víspera cayeron por el anuncio de nuevas sanciones comerciales estadounidenses.

«China siempre cree en el respeto mutuo. La equidad y beneficios mutuos son la premisa y la base para alcanzar un acuerdo. Agregar aranceles no resolverá ningún problema», dijo Geng Shuang, portavoz del ministerio chino de Exteriores.

La andanada de nuevos aranceles preparada por Trump sacudió a los mercados mundiales y muy especialmente aumentó las preocupaciones de los industriales y productores de Estados Unidos que vienen sufriendo por un conflicto de casi un año y que abarca a productos de ambos países por 360.000 millones de dólares.

Este martes los mercados cayeron más que el lunes. En Wall Street los índices que llegaron a perder más de 2% pero luego recortaron en algo lo perdido. El Dow Jones cerró con baja de 1,79%.

Funcionarios estadounidenses dijeron que las partes estaban cerca de un acuerdo pero acusaron a Pekin de dar marcha atrás en asuntos que ya estaban cerrados.

Washington empezará a aplicar los nuevos aranceles el viernes a las 04H01 GMT, dijo el Representannte Comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer, citado por medios de prensa
Los vientos de guerra siembran alarma.

«Está claro que las tensiones entre Estados Unidos y China son una amenaza para la economía mundial», declaró Christine Lagarde, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en París

– ¿Acuerdo o conflicto? –

La nueva ronda de negociaciones está considerada como la última, que o bien consigue un resultado o bien desemboca en una nueva guerra comercial. «Pensamos que las dos partes quieren alcanzar un acuerdo», indicaron los economistas de Barclays.

Hasta ahora la economía de Estados Unidos limitó el impacto de la guerra comercial pero los expertos apuntan a que tendrá consecuencias si el conflicto se alarga.

Las nuevas tensiones contrastan con meses de negociaciones calificadas de «fructuosas» por Estados Unidos.

Por el momento la coyuntura parece favorable a Trump, con un crecimiento más sólido de lo previsto en el primer trimestre (+3,2%), frente a una economía china que se vio afectada el año pasado por los aranceles.

Según Trump, China tiene más que perder que Estados Unidos en este conflicto porque como máximo solo puede aplicar aranceles a 120.000 millones de dólares de mercancías estadounidenses (el monto de las exportaciones de 2018).
Según el Consejo Económico sino-estadounidense, las exportaciones estadounidenses hacia China bajaron el año pasado y los estados estadounidenses que más exportan sufren por los aranceles chinos.