Los incendios forestales en Hawái han provocado la muerte de 96 personas, mientras aún se buscan a centenares de desaparecidos. La autoridad de Turismo de la isla estima que alrededor de 46.000 residentes y visitantes han sido evacuados del oeste de la isla de Maui, área principalmente afectada por el fuego. Entre las críticas por una respuesta tardía, las autoridades federales y del estado de Hawái organizan la atención a las víctimas del incendio más mortífero de Estados Unidos en el último siglo.
“Estamos preparados para muchas historias trágicas”, declaró Josh Green, gobernador del estado de Hawái, el lunes 14 de agosto, seis días después del inicio de los incendios. Según avanzan las actividades de rescate, es seguro que aumente el número de fallecidos, que se eleva a 96. El político estimó que se podrían encontrar entre 10 y 20 cuerpos cada día.
Los sobrevivientes expresaron sentirse desarmados ante la escala del desastre, mientras el cuerpo de bomberos aún se esfuerza por contener rebrotes de las llamas. El Servicio Nacional de Meteorología confirmó que el huracán Dora es parcialmente responsable por la velocidad de los vientos que extendieron el fuego por la isla.
Entre las ruinas de la antes turística e histórica ciudad de Lahaina, arrasada por el fuego, los equipos de rescate recorren las calles con perros de rastreo, especialmente entrenados en la búsqueda de restos humanos. De momento, los perros solo han logrado cubrir el 3% del territorio quemado, dijo John Pelletier, jefe de la Policía de la isla de Maui.
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) envió a más de 250 miembros a asistir a los afectados, entre ellos, 45 miembros del equipo de Asistencia a Sobrevivientes de Desastres, especializados en la identificación de las necesidades más críticas. La Cruz Roja y el Condado de Maui gestionan seis albergues, en los que casi 2.900 personas han dormido desde el inicio de los incendios.
Equipos de voluntarios residentes de Maui recolectan donaciones de material de primera necesidad para entregar a las víctimas en las zonas afectadas. Como las carreteras continúan cerradas, las entregas se hacen en bote, de un lado a otro de la isla.
“Perdieron todo, sus casas, sus trabajos. Entonces la gente es una verdadera familia, una comunidad”, dijo Charlotte, una voluntaria, a France 24.
El gobernador Josh Green notó que si no hay más personas siendo tratadas por quemaduras graves, es porque el fuego “fue tan potente que se llevó vidas, sin dejar sobrevivientes”.
Buscan a centenares de desaparecidos
Familiares y amigos de las personas desaparecidas alimentan una base de datos en línea, en la que miembros de la población civil contribuyen a notificar quién ha sido encontrado y a quién se sigue buscando. El número exacto de personas desaparecidas es desconocido, pero las autoridades lo estiman en centenares.
“Hay personas que han sido encontradas vivas y severamente desorientadas por lo que vivieron. ¡Mantenemos la esperanza!», publicó en Instagram Heather Baylosis, alertando sobre la desaparición de los familiares de su pareja.
Los equipos de rescate avanzan “calle por calle, cuadra por cuadra entre los carros, y pronto entrarán en los edificios”, dijo Jeff Hickman, director de asuntos públicos para el Departamento de Defensa de Hawái. El funcionario aseguró que las búsquedas se acelerarán, con la esperanza de ofrecer respuestas, potencialmente un inicio al duelo de los habitantes de Maui.
El domingo, casi el doble de personas de lo habitual asistieron a la iglesia, según observó Scott Landis, el pastor de la iglesia Keawal’i, en Makena, una ciudad al sur de la isla de Maui. “Podías ver que las personas estaban aquí buscando una palabra de esperanza”, dijo. Entre ellos, familiares y amigos de los que aún no se han encontrado, “temiendo lo peor”.
No sonaron las sirenas de alerta
Los residentes de Maui criticaron que no se hizo lo suficiente para advertirlos del desastre inminente. Las sirenas de alerta alrededor de la isla, específicamente diseñadas para advertir a la población, no sonaron. Josh Green informó que iniciará una investigación para explicar el motivo. “No se trata de adjudicar culpas, pero de entender qué respuestas funcionaron y cuáles no”, dijo.
Las autoridades iban informando del avance del fuego por redes sociales, informes que no llegaban al conjunto de la población. Los cortes de electricidad y de las líneas telefónicas impidieron las otras formas de alarma. El miércoles 9 de agosto, se cortó la electricidad en casi 14.000 viviendas.
El vocero del Pentágono, el General Pat Ryder, dijo que la Guardia Nacional, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y la Guardia Costera están asistiendo en los esfuerzos de recuperación de la comunidad. Sin embargo, no hay fuerzas activas del Ejército a la fecha, aunque sí estén listas a proveer la ayuda necesaria.
“Todos entendemos plenamente el dolor que se está experimentando ahora. Queremos hacer todo lo posible para ayudar. Pero tampoco queremos contribuir al problema enviando refuerzos innecesarios que entorpecerían la respuesta a la emergencia”, declaró Ryder.
Hasta la fecha, los helicópteros de la Guardia Nacional han lanzado más de 189.000 galones de agua sobre los incendios forestales y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército ha enviado equipos de extracción de escombros y expertos en electricidad. La Reserva del Ejército se encarga de colectar y distribuir suministros, detalló el uniformado.
La FEMA estima en 5,5 billones de dólares el costo de reconstruir Lahaina, que cuenta con más de 2.200 estructuras dañadas o destruidas.
Aún es muy riesgoso volver
La quema de casas, tuberías y carros, y por ende de materiales como el caucho, el metal y el plástico, liberó partículas altamente tóxicas en el aire. Los testigos de los incendios hablan de inmensas nubes de humo negro sobre las ciudades afectadas.
Diana Felton, toxicóloga del Estado de Hawái, dijo a la radio pública que podría tomar semanas, o meses, limpiar los contaminantes. Las partículas tóxicas quedarán en el aire aún después de que se apaguen las llamas.
La FEMA está monitoreando el área para establecer detalladamente los factores de riesgo. “Es un área peligrosa y es por eso que los expertos están aquí. No le hacemos un favor a nadie permitiendo un rápido regreso, sería permitir que se enfermen”, dijo Richard Bissen, alcalde de Maui.
Se estima que el fuego se extendió sobre 850 hectáreas de tierra en el oeste de la isla. AFP