Un acto de heroísmo fue vengado con saña. Andrés Eduardo Moreno Yadar, radiólogo y ex trabajador de la Ciudad Hospitalaria Doctor Henrique Tejera (CHET), resultó fuertemente golpeado con objetos contundentes la madrugada del pasado 23 de septiembre en la calle San Juan de Dios, en el centro de la Ciudad Blanca, Arequipa, Perú. El venezolano habría tratado de evitar una injusticia.
Serían las 2 a.m. cuando un alboroto llamó su atención. Moreno transitaba la calle en compañía de un paisano suyo, cuando notó que cinco vigilantes del bar Tottuss golpeaban salvajemente a un par de adolescentes que eran echados del centro nocturno.
El radiólogo no pudo callar. “Le cuestioné a uno de los de seguridad por qué agredían a los jóvenes si ya los habían sacado del local. Él hombre se molestó por el reclamo y me insultó: ‘Concha de tu madre’ o algo así me dijo”, recordó Moreno.
Ante el insulto el venezolano los retó a medirse con alguien de su propio tamaño. Entre el personal de seguridad había unos venezolanos, “les dije ustedes son venezolanos y saben que están actuando mal mis panas”.
Sin obtener una respuesta resolvió seguir su camino, en ese instante fue atacado por la espalda.
“Uno de los sujetos me hizo una presa por el cuello. Luego me empezó a golpear. Otro vigilante tomó una especie de rollo metálico y me golpeó”, relató el agredido.
En total tres peruanos lo sometieron. Nadie intervino. El radiólogo recibió múltiples contusiones en el cráneo, cara y espalda. Tras haber sido atacado se dirigió hasta la Comisaría Palacio Viejo, adscrita a la Policía Nacional del Perú a formular la denuncia. Actualmente las autoridades investigan la denuncia.
Moreno admitió que de haber sucedido este mismo en Venezuela hubiese actuado igual. “Actué bajo mi propia consciencia y en respeto a mis principios. No podía ignorar lo que pasaba”, resolvió el hombre.
Con a penas cinco meses en Perú el radiólogo comentó que su travesía no ha sido fácil. Actualmente trabaja como estibador en una compañía de transporte, pero se ha visto obligado a ausentarse de su puesto de trabajo por las lesiones recibidas.
Las experticias forenses aún no han sido liberadas, cuestión que ralentiza el caso. De momento la Policía Nacional solo liberó una orden de citación para el agredido, con el objetivo de que ratificara la denuncia verbal que emitió el día del ataque. A cinco días de haberse emitido el citatorio, se desconoce si otras acciones policiales se han agilizado.
Tottuss un bar con antecedentes
Los episodios de violencia no son nuevos en el bar. Según datos hemerográficos, el local nocturno habría sido clausurado en febrero de 2016 bajo órdenes expresas del Gerente de Seguridad Ciudadana, Marcos Hinojosa.
El alegato para su clausura habría sido la constante presencia de “personas del mal vivir”, en las instalaciones del Bar. Todo indicaría que hechos similares ya habrían ocurrido en el sitio. La exigencia de Moreno es que se haga justicia. “Espero que se actué según lo dicta la Ley y se tomen las medidas judiciales permanentes”, puntualizó la víctima, reseña LaPatilla
