Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes son parte de un número creciente de empresas que operan en la industria del petróleo y el gas de Guyana que están trasladando más operaciones de suministro desde Trinidad y Tobago y otros lugares al país sudamericano, a medida que aumenta la capacidad local para ejecutar proyectos.
ExxonMobil Guyana dijo en una actualización de actividades el jueves que todos sus principales contratistas internacionales tienen presencia en el nuevo país productor de petróleo y han estado «trasladando constantemente las actividades de Trinidad y Tobago y otros lugares del mundo a Guyana», según un reporte del portal World Energy Trade.
Por ejemplo, las tres principales empresas de servicios de perforación: Schlumberger, Halliburton y Baker Hughes, también han construido importantes instalaciones de apoyo en Guyana, dijo ExxonMobil.
«Creemos realmente que es el enfoque sostenible correcto, el más eficiente para el negocio y, por supuesto, en última instancia, es la respuesta correcta para el país y para que la gente del país sienta que forma parte de ese desarrollo y que, en última instancia, se beneficie del desarrollo de los recursos», dijo el presidente de ExxonMobil Guyana, Alistair Routledge.
Routledge visitó recientemente las instalaciones locales de Saipem y TechnipFMC donde se están ejecutando y planificando servicios clave, todo ello con la intención de utilizar mano de obra local.Halliburton confirmó que está en vías de prestar casi el 100% de los servicios locales en Guyana a finales de año.
El director general de Saipem Guyana Inc., Thuranthiran Nadarajah, dice que la empresa ha desarrollado y está aplicando un plan de contenido local como parte de sus contratos existentes con ExxonMobil Guyana.
«El objetivo de Saipem es tener un crecimiento sostenible adecuado en Guyana. Hemos completado Liza 1, estamos en proceso de completar Liza 2 y estamos trabajando en Payara. En este proceso, también hemos desarrollado nuestras propias instalaciones de fabricación para poder traer a Guyana la tecnología de alta gama para la fabricación de saltos», dijo.
Recientemente trabajadores guyaneses ensamblaron enormes jumpers submarinos para el desarrollo de la fase 2 de Liza en las instalaciones de construcción offshore de Saipem, una tarea que antes se realizaba en Trinidad.
La mano de obra local se proporcionó a través de una empresa conjunta entre Guyana Oil and Gas Support Services (GOGSSI) y Trinidad Offshore Fabricators Company (TOFCO).
«Este es el comienzo de una gran industria de fabricación en Guyana», dijo Nadarajah. «Esto demuestra que Guyana puede construir su propia estructura para este campo con la orientación de Saipem».
Mientras tanto, Exxon trasladará casi todo el trabajo de suministro de Trinidad y Tobago a Guyana para 2022.
Con tres proyectos sancionados, Liza Fase 1, Liza Fase 2 y Payara, Exxon ve el potencial de hasta 10 FPSO para desarrollar la estimación actual de recursos de más de 9.000 millones de barriles de petróleo equivalente en el bloque Stabroek.
– Implicaciones geopolíticas –
Guyana mantiene una histórica disputa con Venezuela por el territorio Esequibo, cuya reclamación tiene amplio consenso político en Caracas; sin embargo, la entrada de grandes corporaciones petroleras, aunque no se diga expresamente, refuerza el poder geopolítico guyanés y le da armas para radicalizar su postura.
El gobierno de Guyana ha decidido abandonar la negociación directa con Venezuela y se atiene a una decisión pendiente de la Corte Internacional de Justicia, que se declaró competente para resolver la materia en 2020, pero cuya jurisdicción es desconocida por Venezuela.
Guyana, además, cuenta con el respaldo de la Caricom -la comunidad de estados caribeños- de Estados Unidos y Reino Unido.
Lo cierto es que la controversia territorial se mantuvo en el congelador hasta 2015 cuando Exxon Mobil anunció descubrimientos de reservas de crudo potencialmente explotables frente a las costas del país, lo que encendió las alarmas del gobierno antiestadounidense de Venezuela que reavivó la reclamación.
Aprovechando los problemas internacionales del gobierno de Nicolás Maduro, el presidente guyanés Mohamed Irfaan Ali denunció las «constantes amenazas» a la integridad territorial de su país ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Irfaan dijo ante la Asamblea General de la ONU que en el futuro su país «reiniciará las relaciones internacionales frenando la avaricia territorial y adoptando la cooperación pacífica».
«En este sentido, queremos llamar la atención sobre las continuas amenazas abiertas contra la integridad territorial y soberanía por parte de la República Bolivariana de Venezuela».
En ese contexto internacional, el mandatario guyanés denunció el acuerdo entre el gobierno y la oposición de Venezuela para defender la soberanía sobre el Esequibo. «Guyana no puede ser usada como un altar de sacrificios para lograr un acuerdo en las diferencias políticas internas de Venezuela».
El ejecutivo venezolano acusó de «mala fe» al presidente de Guyana y dijo en un comunicado que su discurso estaba lleno de «tergiversaciones».
«La línea argumentativa que esgrime Guyana, desde 2015, es directamente proporcional a la seducción e injerencia de la Exxon Mobil y otras transnacionales», advirtió el gobierno de Maduro.
Así las cosas, el crecimiento de su industria petrolera y la ancha manga del gobierno guyanés para recibir a sus nuevos socios internacionales, básicamente grandes petroleras tradicionales estadounidenses y europeas, le da alas para defender más agresivamente una zona de 160.000 kilómetros que supone casi dos tercios del territorio del país, con abundantes reservas petrolíferas.