El gobierno brasileño confirmó este jueves que lanzará un operativo para desalojar a cientos de embarcaciones ilegales de dragado que avanzan en busca de oro por el río Madeira, en la Amazonía, una actividad que vinculó al narcotráfico.
«La Polícia Federal y la Marina ya se están preparando para actuar», anunció el vicepresidente Hamilton Mourao ante periodistas en Brasilia.
La operación incluye además al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovable (Ibama), confirmó el organismo a la AFP.
La Policía Federal no dio detalles sobre cuándo y cómo serán estas acciones, ante el riesgo de reacciones violentas, según la prensa local. El miércoles, el diario Estadao difundió audios atribuidos a mineros ilegales que hablaban de rechazar los controles con un «paredón» de balsas.
El Ministerio Público Federal (MPF, fiscalía) recomendó en la víspera una acción urgente y coordinada de distintos órganos y fuerzas, incluyendo al ejército y a la policía, para detener la actividad ilícita en el estado de Amazonas (noroeste).
Mourao, presidente del Consejo Nacional de la Amazonía Legal, órgano responsable por la protección y desarrollo de la región, estimó que las actividades de extracción clandestinas cuentan con el apoyo de traficantes, que buscan proteger sus rutas.
«Una de las formas de mantenerlas es apoyando acciones de esta naturaleza», señaló en referencia a la minería ilegal, en declaraciones citadas por Estadao. «Si el oro se extrae ilegalmente, es un activo que pueden canjear por drogas», añadió.
Un sobrevuelo de Greenpeace el martes reveló la presencia de unas 300 balsas dedicadas a la extracción ilegal en el afluente del río Amazonas, aunque el número podría ser mayor, indicaron en la organización.
La actividad clandestina, que es de conocimiento público, se intensificó en los últimos 15 días, tras rumores de un supuesto descubrimiento de oro que pobló el cauce a la altura del municipio de Autazes, a unos 100 kilómetros de Manaos, capital del estado de Amazonas, denunció Greenpeace.
Las imágenes muestran «el desarrollo de un crimen a la luz del día, sin la menor restricción. Todo, por supuesto, con el aval del presidente (Jair) Bolsonaro, quien da la licencia política y moral para que los ‘garimpeiros’ (mineros ilegales) actúen», dijo en un comunicado Danicley Aguiar, portavoz de la campaña por la Amazonía de Greenpeace.
Según explicó, además de ser ilegal, la actividad contamina el río Madeira, que es el de mayor biodiversidad del mundo, con al menos 1.000 especies de peces identificadas.
El gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro es criticado por su política mediombiental, pese a comprometerse en la COP26 con metas más ambiciosas de reducción de gases de efecto invernadero y de eliminación de la deforestación ilegal. AFP
Únete a nuestro Canal en Telegram