El volcán entró este viernes en fase explosiva extrema con dos nuevas bocas y volvió a expulsar ríos de lava, causando la evacuación de unos 160 residentes.
Investigadores españoles registraron este viernes un episodio explosivo sin precedentes desde el inicio de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, ubicado en la isla canaria de La Palma, que puede provocar que el cono volcánico principal se derrumbe parcial o totalmente.
A causa de eso, al menos 160 residentes de las localidades de Tajuya, Tacande de Arriba y Tacande de Abajo se vieron obligados a dejar sus viviendas en 15 minutos, siguiendo las recomendaciones del comité científico del Plan Especial de Protección Civil ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), informan medios locales.
«Los peligros a los que se enfrentaría la población si se produjera un derrumbe del cono volcánico, serían las coladas de lava de alta temperatura y contenido de gases, poco viscosas y pueden saltar obstáculos topográficos», explicó María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en el archipiélago.
La funcionaria señaló que se registró un «aumento de la intensidad» de Cumbre Vieja, que siguió creciendo, y explicó que actualmente existen tres centros de emisión, dos de los cuales son nuevos –y están a poca distancia uno del otro–, y lanzan una lava «muy similar, muy fluida, que discurre por encima de las coladas emitidas anteriormente».
Agregó que también los materiales arrojados por el volcán podrían alcanzar una mayor distancia con «una densa caída de cenizas». «Pero el escenario peor sería el desmoronamiento parcial o total del cono eruptivo, generando flujos de alta velocidad que podrían expandirse literalmente llegando a las zonas que no estaban previamente evacuadas», subrayó.
La posible explicación del humo blanco del volcán
Además, en los últimos días se puede observar una columna de gases –que alcanzó este viernes los 5 kilómetros de altura– que emana de Cumbre Vieja. A parte de las cenizas, que provocan una niebla densa y oscura, las emisiones tienen emanaciones blancas, que, según los expertos, podrían ser atribuidas al contacto entre el magma en su acenso a la superficie con algún acuífero.
«La columna eruptiva tiene color blanquecino, eso es porque ahí hay vapor de agua», señaló a Telecinco uno de los investigadores que trabaja en el lugar.
«Abrimos una botella de gaseosa o de lo que sea, si tiene gas, explota más que si no lo tiene», detalló la geóloga Ana Alonso, directora del Instituto Geológico Minero, explicando la razón por la que las explosiones del volcán también producen mucho ruido.