Un grupo de expertos de la ONU ha reclamado una investigación imparcial del derrumbe de una presa minera en la localidad brasileña de Brumadinho, en Minas Gerais, y que se juzgue a los responsables de la tragedia, ya que se trata del segundo incidente de este tipo que sufre la compañía Vale en tres años.
Los servicios de emergencia han recuperado más de 84 cadáveres tras el colapso, aunque buscan aún a unas 270 personas que siguen desaparecidas, por lo que se teme que el balance de víctimas aumente en los próximos días. Tres empleados de Vale SA y otros dos ingenieros que trabajaban en representación de la minera brasileña han sido detenidos.
El relator de la ONU que analiza las implicaciones que la gestión de residuos tiene para los Derechos Humanos, Baskut Tuncak, el experto sobre agua y saneamiento, Leó Heller, el relator sobre Derechos Humanos y medio ambiente, David R. Boyd, y el Grupo de Trabajo sobre Derechos Humanos y multinacionales han unido sus voces para instar al Gobierno de Jair Bolsonaro a tomar medidas.
“Instamos al Gobierno a actuar de forma decidida y hacer todo lo posible para prevenir más tragedias de este tipo y llevar ante la Justicia a los responsable”, han alertado los expertos, que han llamado a “priorizar las evaluaciones de seguridad” sobre el resto de presas.
También han pedido que no se autorice la construcción de nuevos diques hasta que no haya garantías, según un comunicado difundido este miércoles. El Ejecutivo brasileño reconoció el martes que 4.000 presas en todo el país tienen un “alto potencial de daño”.
El llamamiento se extiende a Vale, para que colabore a la hora de “identificar, prevenir y mitigar” el impacto de sus actuaciones, que coopere “plenamente” con los investigadores y que se comprometa a reparar los daños causados. El Gobierno de la región de Minas Gerais ya ha impuesto una multa de 99 millones de reales (unos 23 millones de euros) a la empresa propietaria de la presa destruida.
Los relatores esperan que se analice la tragedia no solo desde el punto de vista de las víctimas causadas de forma directa, sino que se investigue además la toxicidad derivada del vertido de residuos, reseña Sumarium