Desde hace muchos años la especie humana está obsesionada con encontrar vida en otros planetas.
Con el avance de nuevas tecnologías parece que descubrir que en la Luna o en Marte hay agua congelada y la posibilidad de la existencia de bacterias es algo que sucederá en cualquier momento.
Pero, ¿y si hubiéramos detectado ya la presencia de vida hace 40 años? Así lo confirma el excientífico de la NASA Gilbert V. Levin en una publicación del jueves pasado en la revista ‘Scientific American’ en la que asegura que una de las misiones no tripuladas (Viking), que él mismo envió el 30 de julio 1976, obtuvo resultados positivos.
El experimento, llamado Labeled Release (Liberación etiquetada, LR), fue diseñado para analizar el suelo marciano en busca de materia orgánica. «Parecía que habíamos respondido esa cuestión definitiva», escribió Levin en el artículo. Las sondas colocaron nutrientes en las muestras de suelo del planeta rojo; si hubiera vida, consumiría los alimentos y dejaría rastros gaseosos de su metabolismo que los monitores radiactivos detectarían.
Para asegurarse de que se trataba de una reacción biológica, la prueba se repitió después de alterar el suelo, lo que resultaría letal para la vida que conocemos. Si hubiera una respuesta medible en la primera y no en la segunda muestra, eso sugeriría que habría materia orgánica trabajando. «Eso es exactamente lo que sucedió«, asegura el científico en ‘The Independent’.
¿Vecinos marcianos?
«A medida que avanzaba el experimento, un total de cuatro resultados positivos, respaldados por cinco controles variados, se transmitieron desde la nave espacial gemela Viking aterrizando a unas 4.000 millas de distancia (unos 6.437 km). Las curvas de datos señalaron la detección de la respiración microbiana en Marte, similares a las producidas por las pruebas LR de suelos en la Tierra«, aseguraban en el informe.
Lo cierto es que los experimento de la NASA no lograron encontrar materia orgánica como tal. Concluyeron que los resultados provenían de una sustancia que imitaba la vida, pero en realidad no lo era. Desde entonces no ha habido un estudio similar que se haya centrado en el hábitat marciano, pero Levin argumenta que los hallazgos en realidad sugieren que sí hay vida en Marte.
«La agencia espacial mantiene la búsqueda de extraterrestres entre sus principales prioridades», aseguraba Jim Bridenstine en un comunicado el pasado febrero. «Nuestra nación se ha comprometido a llevar astronautas allí, cualquier señal de vida podría amenazarlos a ellos y a nosotros en su regreso, por lo que esta cuestión del planeta rojo es crucial para poder viajar hasta el planeta rojo», añadía.
Rover Mars 2020
El período de lanzamiento para el Rover Mars 2020 de la NASA quedará abierto en el plazo de un año, y se extenderá hasta el 5 de agosto. La misión llegará al cráter Jezero el 18 de febrero de 2021. «Cuando iniciamos este proyecto en 2013, creamos una línea de tiempo para trazar el progreso de la expedición«, dijo en un comunicado John McNamee, gerente de proyectos de Marte 2020 en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California.
«El hecho de que cada componente principal de una nave espacial en un proyecto con este nivel de innovación se esté sincronizando ahora mismo con esa línea temporal es un testimonio de la novedad y la perseverancia de un gran equipo», añadió.
Levin pide a la NASA que realice nuevamente el experimento que hicieron hace 40 años en su próximo viaje. Además, solicita que convoquen a varios científicos para que examinen los hallazgos antiguos para ver si realmente valen como prueba de la vida en ese planeta. «Otros expertos diferentes podrán comprobar, como hice yo, que encontramos vida», concluye. reseña el confidencial