La Torre Eiffel, en crisis, como el resto de los monumentos parisinos, fue evacuada la mañana del miércoles, tras una llamada telefónica, anunciando una bomba terrorista.
Los servicios de seguridad ordenaron la evacuación inmediata de todo el personal y los pequeños grupos de turistas que circulaban por las escaleras e inmediaciones.
Las amenazas de bomba en la Torre Eiffel son relativamente frecuentes, y se suceden regularmente, varias veces por año. En esta ocasión, la agravación de la pandemia y el proceso de los cómplices de la matanza en el semanario satírico «Charlie Hebdo», le han dado una dimensión particular.
Los medios de referencia tradicionales, Le Monde, Le Figaro, tratan la amenaza de bomba con moderación y prudencia. Una agencia de noticias tradicionalmente alarmista, «Sputnik» (próxima a varios medios rusos), afirma que alguien habría escuchado a una persona gritar: «¡Alá es grande», amenazando con «hacer explotar toda la Torre».
El ministerio del Interior espera que los servicios de seguridad analicen, confirmen o rechacen la realidad de la amenaza.