“Fue muy feo”, afirmó a EFE la estudiante argentina Brenda Hesse sobre el terremoto que este miércoles sacudió las costas de Taiwán, causando al menos tres muertos, más de 50 heridos y cuantiosos daños materiales.
Hesse, que se encuentra estudiando chino en Taipéi con una beca del Gobierno taiwanés, se dirigía hacia la universidad en bicicleta cuando el suelo comenzó a temblar, a las 7.58 de la mañana local (23.58 GMT del martes).
“Ahí veo que los árboles y los toldos están temblando, pero fue al llegar a la universidad y sentarme cuando noté que se estaba moviendo y que era un sismo”, relató la joven.
Según la estudiante, el terremoto se prolongó durante una hora y media con temblores “espaciados, pero muy fuertes”.
“Fue feo, fue rara la sensación de no saber cómo estaba todo afuera (…). Uno dentro del edificio no es del todo consciente de la magnitud que está teniendo todo fuera, no sabía si había muchos destrozos, hasta dónde estaba todo bien o todo mal para yo transmitir tranquilidad a mis allegados en Argentina”, explicó Hesse.
La joven fue una de las miles de personas que sintió desde la capital los efectos del terremoto, el mayor sufrido por Taiwán en los últimos 25 años, desde el seísmo de 7,6 grados que el 21 de septiembre de 1999 causó la muerte de 2.416 personas.
El investigador español Rubén Almendros también notó con fuerza el seísmo desde el distrito de Nangang de Taipéi.
“Era la primera vez en mi vida que sentía un terremoto de tal magnitud. Las paredes se tambaleaban, se han caído libros y lámparas y, cuando el seísmo principal se ha detenido, no teníamos ni electricidad ni agua en el apartamento”, contó a EFE el investigador.
La de Almendros fue una de las 308.242 viviendas que se quedó sin suministro eléctrico a causa del movimiento telúrico, aunque según datos de la Compañía de Energía de Taiwán, el servicio ya ha sido restablecido en un 70 % de los hogares.
El epicentro del sismo se situó en el mar, a 25 kilómetros al sureste del condado de Hualien (este), con una profundidad de 15,5 kilómetros, y provocó una alerta de tsunami en la isla.
Por la cercanía al epicentro han sido Hualien y otras localidades de la costa este de Taiwán las que mayores daños materiales han sufrido, con numerosos edificios e infraestructuras afectados y al menos dos bloques de viviendas parcialmente colapsados, de acuerdo a los informes preliminares.
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, pidió a través de Facebook a la población que guarde la calma y extreme las precauciones ante posibles réplicas, de las que ya se registraron varias en las tres horas siguientes al terremoto.
EFE