El Ministerio de Asuntos Exteriores de China anunció este viernes una serie de contramedidas por la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi.
«En respuesta a la insistencia de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en visitar Taiwán a pesar de la fuerte oposición y […] de las declaraciones de China, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció el 5 de agosto las siguientes contramedidas», reza el comunicado publicado por el organismo.
Las contramedidas incluyen:
- La cancelación de los diálogos entre los líderes militares de EE.UU. y China
- La suspensión de las reuniones de representantes chinos con el Departamento de Defensa de EE.UU.
- La suspensión de las conversaciones sobre el mecanismo de seguridad marítima mutuo
- La suspensión de la colaboración en la esfera de la migración ilegal
- La suspensión de la colaboración en la esfera de la justicia
- La suspensión de la colaboración en la esfera de la lucha contra las drogas
- La suspensión de la colaboración en la esfera de lucha contra la delincuencia internacional
- La cancelación de las conversaciones sobre el cambio climático
Previamente esta jornada, China anunció que impondrá sanciones contra Pelosi por su visita a la isla. La portavoz del Ministerio chino de Exteriores Hua Chynying subrayó que el viaje de la legisladora estadounidense a Taipéi «interfiere seriamente» en los asuntos internos del gigante asiático, «socava» su soberanía e integridad territorial y «pone en peligro» la estabilidad y la paz en el estrecho de Taiwán.
«Es natural y justificado un ataque de represalia por parte de China»
Tras la visita de Pelosi a Taiwán, China inició este jueves unos ejercicios militares a gran escala «sin precedentes» que incluyen simulacros con fuego real en el espacio marítimo y aéreo de seis zonas alrededor de Taiwán, lo que provocó descontento en Occidente.
El Grupo de los Siete (G7) y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, emitieron una declaración conjunta en la que señalaron que las «acciones amenazantes» emprendidas por Pekín, y en particular, las maniobras militares con fuego real y la presión económica, pueden conducir a «una escalada innecesaria». El G7 y la UE instaron a China a «no cambiar unilateralmente el ‘statu quo’ en la región por la fuerza» y a resolver las diferencias por medios pacíficos.
Mientras, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, consideró que los simulacros militares en torno a Taiwán representan una «significativa escalada» en la región. El jefe de la diplomacia estadounidense afirmó que «no había una justificación» para el inicio de las maniobras.
Por su parte, el viceministro de Asuntos Exteriores chino, Deng Li, tachó la declaración del G7 y de la UE de «tergiversación de los hechos» y criticó a los diplomáticos por «realizar abiertamente provocaciones políticas y enviar una grave y falsa señal para las fuerzas separatistas de la ‘independencia de Taiwán'». En este contexto, la Cancillería china convocó a los diplomáticos europeos y al embajador japonés.
Deng subrayó que la visita de Pelosi a Taiwán es «una flagrante y grave violación de la soberanía y la integridad territorial de China». «En respuesta a la provocación de la colusión entre EE.UU. y Taiwán, es natural y justificado un ataque de represalia por parte de China», destacaron desde Pekín.
- Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio, e insiste en que cualquier negociación con Taipéi que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.