Fiscales federales de Estados Unidos han acusado a Jeffrey Epstein, el multimillonario norteamericano sospechoso por tráfico sexual de menores, de emplear cientos de miles de dólares en sobornar a testigos de su caso, informa el diario The New York Times.
Según esta versión, Epstein habría transferido 350.000 dólares a dos personas que iban a testificar en su contra. Los procuradores estadounidenses alegan que esa suma fue traspasada a finales del pasado diciembre, justo antes de que se publicaran los primeros informes de la investigación sobre el acuerdo secreto entre Epstein y las autoridades de Florida que evitó que se enfrentara a un proceso federal.
Se precisa que ambos testigos potenciales serían posibles cómplices del acusado. Uno de ellos, que recibió un pago de 250.000 dólares, habría trabajado para Jeffrey Epstein y participado en su esquema de tráfico sexual, mientras que el otro habría estado involucrado en un acuerdo con los fiscales de Florida hace unos 10 años.
En ese momento, el periódico Miami Herald informó que se sospechaba que el actual secretario de Trabajo de EE.UU., Alexander Acosta, alcanzóun acuerdo secreto para reducir la sentencia de Jeffrey Epstein. Esos hechos sucedieron en 2008, cuando el político era fiscal federal de la ciudad de Miami y el magnate evitó una posible cadena perpetua a cambio de ser condenado por cargos similares a 13 meses de prisión en una celda ubicada en una sección privada del penal.
El FBI arrestó a Epstein el fin de semana pasado y ese hombre de 66 años se encuentra bajo custodia en Nueva York acusado de trata de personas con fines de explotación sexual entre 2002 y 2005. Ante la corte, el sospechoso ha negado las acusaciones de tráfico sexual de menores y conspiración.
En función de los cargos que se le imputan, Epstein invitaba a menores entre 13 y 16 años con el pretexto de que le dieran un masaje, las pagaba de 200 a 300 dólares en efectivo y abusaba sexualmente de ellas. La Policía estima que el número total de víctimas asciende a 38 jóvenes, pero el Miami Herald estima que la cifra de damnificadas ronda las 80. El multimillonario contaría con varios empleados y asociados que encontraban a las candidatas, algunas de las cuales también se convertían en reclutadoras.