Detonante de multitudinarias manifestaciones feministas, el caso de «La Manada», en el que cinco hombres abusaron en grupo de una joven y se grabaron para alardear de los hechos, será abordado este viernes por el Tribunal Supremo español.
El máximo tribunal debe zanjar definitivamente el meollo del asunto: ¿Hubo violación, un acto que según el Código Penal español exige que haya intimidación o violencia?
La condena en primera instancia a los cinco hombres solo por abuso sexual y no violación, vista como muy clemente por buena parte de la opinión pública española, y luego su puesta en libertad provisional en junio de 2018 desató enormes protestas en todo el país.
El gobierno socialista ha mostrado su voluntad de reformar el Código Penal para introducir la idea de consentimiento explícito, a semejanza de Suecia, donde todo acto sexual sin asentimiento claro es considerado una violación.
Cinco magistrados del máximo tribunal español, dos de ellos mujeres, examinarán los recursos de casación presentados por la acusación y la defensa, en una audiencia pública a las 10h30 locales (08H30 GMT).
Según un portavoz de la corte, «no se descarta que la decisión de los magistrados se conozca el mismo día».
La víctima ha evitado aparecer en público y los cinco acusados, dos de ellos ex militares, no tienen necesidad de acudir.
Los cinco miembros de «La Manada», como se hacían llamar en un grupo de WhatsApp donde se jactaron de sus acciones, son acusados de abusar en grupo de la joven de entonces 18 años en julio de 2016 en Pamplona (norte), en plenas fiestas de San Fermín.
Menos de un cuarto de hora después de haberla encontrado borracha, le hicieron practicarles felaciones y la penetraron sucesivamente sin preservativos en la entrada de un edificio, tras lo cual le robaron el teléfono móvil y la dejaron semidesnuda.
Luego compartieron las imágenes grabadas por WhatsApp, una prueba utilizada en su contra en el juicio pero también contra la víctima, que debió justificar su aparente pasividad.
– «Yo sí te creo» –
En abril de 2018, los cinco acusados fueron condenados a nueve años de cárcel por abuso sexual, pero la calificación de violación fue descartada por los jueces al no ver ni intimidación ni violencia.
Aunque evocando la «desproporción de fuerzas» entre los cinco hombres de entre 24 y 27 años y su joven víctima, sometida a una «dolorosa postración y humillación», la jurisdicción de apelación también dejó de lado la violación, en diciembre de 2018.
Pese al voto contrario de dos de los cinco jueces, favorables a una condena por violación, el tribunal de segunda instancia concluyó que no hubo violencia y que era muy difícil determinar si hubo intimidación.
En toda España, multitudes de adolescentes participaron en la primavera de 2018 en una serie de manifestaciones bajo el lema «Yo sí te creo», en apoyo a la víctima.
«Si hay cinco hombres a tu alrededor y si te resistes, puede que acabes muerta», dijo Laura Hincapié, de 18 años, durante una protesta en Madrid en mayo de 2018.
El caso encontró eco fuera de España: en Chile, por ejemplo, dio pie también a nutridas movilizaciones feministas.
– La fiscalía pide 18 años –
«No es admisible forzar el derecho hasta extremos de exigir de las víctimas actitudes heroicas que inexorablemente las conducirán a sufrir males mayores», escribió la fiscalía en su recurso de casación.
Dando por sentada una «intimidación suficiente para anular la voluntad de la víctima», la fiscalía pide la calificación de violación y aumentar la pena a 18 años de cárcel para cada uno de los acusados, y dos años adicionales para el que robó el celular.
De su lado, el abogado defensor Agustín Martínez solicitó su absolución, insistiendo en que se trató de relaciones sexuales consentidas entre adultos.
En España, las denuncias por violación van en aumento: en 2018 se registraron 1.702, un 22,7% más que un año antes, según el gobierno.