El ejército de Sudán y una poderosa fuerza paramilitar libraban el sábado intensos enfrentamientos en la capital, Jartum, y en otras zonas del país, lo que hacía temer un conflicto más amplio en una nación asolada por el caos.
En Jartum podían escucharse fuertes disparos en varias puntos, incluyendo el centro de la ciudad y el vecindario de Bahri.
En una serie de comunicados, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) acusaron al ejército de atacar a sus efectivos en una de sus bases al sur de la capital. Además, anunciaron la toma del aeropuerto de la ciudad y dijeron que “controlaban por completo” el Palacio Republicano, la sede de la presidencia. El grupo indicó también que tomó un aeropuerto y una base aérea en la ciudad norteña de Merowe, a unos 350 kilómetros (215 millas) al noroeste de Jartum.
Según los militares, los combates comenzaron después de las RSF intentaron atacar a los soldados en el sur de la capital y acusó al grupo de tratar de hacerse con el control de puntos estratégicos de la capital, incluyendo el palacio. Además, el ejército calificó al grupo paramilitar de fuerza rebelde e indicó que sus comunicados eran “mentiras”.
Por otra parte, un oficial del ejército contó a la AP que aviones de combate que despegaron de una base militar al norte de Omdurman y atacaron posiciones de las RSF en Jartum y sus alrededores. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
Las tensiones entre el ejército y las RSF han escalado en los últimos meses, lo que obligó a retrasar la firma de un acuerdo, respaldado por la comunidad internacional, entre partidos políticos para restaurar la transición democrática del país.
Los aviones comerciales que debían aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Jartum comenzaron a dar la vuelta para regresar a su punto de origen. Los vuelos procedentes de Arabia Saudí volvieron al reino tras estar a punto de aterrizar en la capital, según mostraban el sábado los datos de seguimiento de vuelos.
Las tensiones derivan del desacuerdo sobre cómo deberían integrarse en el ejército las RSF, dirigidas por el influyente general Mohammed Hamdan Dagalo, y qué autoridad debería supervisar el proceso. La incorporación es una condición clave del pacto para la transición.
Several aircraft damaged including a Saudia A330 at Khartoum Airport as Sudan’s paramilitary Rapid Support Forces takes control of the airport after days of tension in the country. pic.twitter.com/sVG3nT8VPp
— Breaking Aviation News & Videos (@aviationbrk) April 15, 2023
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Su rivalidad se remonta al gobierno del expresidente autocrático Omar al-Bashir, quien fue derrocado en 2019. La fuerza paramilitar se formó durante su mandato, a partir de antiguas milicias, conocidas como janjaweed, que llevaron a cabo una brutal represión en la región de Darfur en durante las décadas que duró el conflicto allí.
En un inusual discurso televisado, un alto general del ejército advirtió el jueves de posibles enfrentamientos con las fuerzas paramilitares, a las que acusó de desplegar sus efectivos en Jartum y otras zonas sin el consentimiento del ejército. Las RSF defendieron su operativo en un comunicado anterior.
Las RSF desplegaron recientemente tropas cerca de Merowe, una ciudad del norte. Además, en videos que circularon en redes sociales el jueves se mostraba lo que parecían ser vehículos armados de la fuerza mientras eran llevados a Jartum.
Según un comunicado del Comité de Médicos de Sudán, que forma parte del movimiento prodemocrático del país, los choques han causado “heridos de diversa gravedad”. El ejército indicó que los combates causaron varias víctimas pero no ofreció más detalles.
Sudán está sumido en el caos desde el golpe militar de 2021 que derrocó a un gobierno con apoyo occidental, desbaratando así las esperanzas de los sudaneses para lograr un gobierno democrático después de tres décadas de autocracia y represión con Al Bashir.
Misión de la ONU pide cese de hostilidades
El enviado especial de la misión de Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, condenó “enérgicamente el estallido de los combates en Sudán” y pidió “el cese inmediato” de las hostilidades entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), que se están enfrentando en varios puntos del país.
“El representante Perthes se ha comunicado con ambas partes para pedirles el cese inmediato de los combates y para garantizar la seguridad del pueblo sudanés y evitar que el país no sufra más violencia”, dijo la misión de la ONU en un breve comunicado.
Asimismo, expresó su “enérgica condena” por los enfrentamientos que estallaron la mañana de este sábado entre las Fuerzas Armadas de Sudán y las FAR, que se están desarrollando “en muchas partes de la capital, Jartum, y otras áreas”.
La Fuerza Aérea sudanesa comenzó este sábado a bombardear posiciones del grupo paramilitar en un intento de repeler la “agresión” de la que calificó como “milicia rebelde”, iniciada esta mañana después de que las FAR acusaran al Ejército sudanés de atacar una de sus sedes.
Las FAR, por su parte, señalaron que se habían hecho con el control del Palacio Presidencial, así como el aeropuerto internacional de Jartum, el más grande de Sudán, un extremo que las Fuerzas Armadas desmintieron.
Asimismo, el Ejército señaló en otro comunicado que en los bombardeos han destruido el campamento de Soba, el lugar donde esta mañana ha tenido lugar un “brutal ataque”, según las FAR, y que ha desencadenado los combates posteriores.
Estos enfrentamientos se producen dos días después de que el Ejército advirtiera de que el país está atravesando una “coyuntura peligrosa” que puede llevar al conflicto armado, después de que se “movilizaran” unidades de las FAR en la capital sudanesa y otras ciudades sin el consentimiento o coordinación de las Fuerzas Armadas.
Esta movilización se produjo en medio de negociaciones para alcanzar un acuerdo político definitivo que ponga fin a la asonada de 2021 y lleve a Sudán a una transición democrática, un pacto cuya firma ha sido pospuesta en dos ocasiones este mes de abril precisamente por las tensiones y rivalidades entre el Ejército y las FAR.
Las FAR surgieron de las milicias Yanyawid, acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad durante el conflicto de Darfur (2003-2008) y son lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti, que es considerado el hombre más poderoso de todo Sudán.