En Perú el desayuno del candidato presidencial es tan importante como el voto

Keiko Fujimori cocina para las cámaras. Pedro Pablo Kuczynski lame sus dedos devorando un chicharrón de cerdo. Verónika Mendoza prefiere pan serrano en una mesa andina. Todo en vivo. En día de elecciones presidenciales en Perú, la comida sigue siendo lo más importante, y los candidatos lo saben.

Alfredo Barnechea compartió el tradicional desayuno electoral con su familia y partidarios en su local de campaña. (Foto: Facebook oficial)

Alfredo Barnechea compartió el tradicional desayuno electoral con su familia y partidarios en su local de campaña. (Foto: Facebook oficial)

En este país andino, donde sus habitantes rinden adoración a su gastronomía, la comida es un ingrediente clave en la campaña y puede incluso ayudar a ganarse el cariño de la gente o echar abajo a un candidato. Quien no le da el valor debido, es como si ofendiera a su madre.

Mendoza tuvo un desayuno tradicional cusqueño  junto a su familia. (Foto: Facebook oficial)

Mendoza tuvo un desayuno tradicional junto a su familia. (Foto: Facebook oficial)

Si no, que lo diga el candidato Alfredo Barnechea, que estaba peleando el tercer lugar con Mendoza en estos comicios, y apartó bruscamente la mano de una cocinera que le ofrecía un trozo de chicharrón. Cayó en las encuestas y fue destruido en las redes sociales.

Este domingo, se ha comido el chicharrón y ha recordado, al igual que su esposa, que este ingrediente, principal amigo del colesterol, es parte de la dieta de la clase popular peruana y está presente en los desayunos domingueros.

En el Perú, el cariño se demuestra con comida.

“En estas elecciones se ha demostrado el poder que tiene la comida peruana sobre el peruano. El mejor ejemplo fue Barnechea. En el peruano, el vínculo de comunicación, de amistad, siempre es y será el alimento”, dijo a la AFP el investigador gastronómico y profesor universitario, Rodolfo Tafur.

Y es un hecho que se remonta a épocas ancestrales. “En la época de los incas, cuando te acercabas a relacionarte con otra persona, se entregaba chicha -licor de maíz- y hojas de coca. Si la chicha no era aceptada, era casi una declaratoria de guerra”, agrega Tafur.

– El primer desayuno –

La costumbre del desayuno el día de elecciones fue instaurada por el entonces candidato Alberto Fujimori (1990-2000), cuando enfrentaba al favorito Mario Vargas Llosa. En una mesa, con su familia, compartió tamales, explotando el vínculo del peruano con sus tradiciones.

Hoy, Fujimori, el séptimo expresidente más corrupto del mundo según Transparencia Internacional, purga una condena de 25 años. Pero su legado con la comida quedó intacto y continúa. Y es muy importante que sea en familia.

“En el mundo eso no se entiende. La comida es comida y punto. Pero para nosotros, no. La comida es casi como la religión”, explica Tafur.

Este domingo, la favorita Keiko Fujimori preparó una salchicha oriunda del norte del Perú, para su esposo, sus dos hijas y su madre Susana Higuchi, quien vuelve a escena tras años de distanciamiento, ya que alguna vez denunció haber sido torturada por Fujimori padre en los servicios de inteligencia, lo que para la candidata es una “leyenda”.

Kuczynski, en el segundo lugar, fue a un comedor de un barrio popular en Lima en compañía de su esposa, donde devoró con fruición un plato de chicharrón (lomo de cerdo frito en su propia grasa) en medio de preguntas de periodistas de si “el plato estaba rico”. Luego bailó amenamente con una simpatizante.

La izquierdista Mendoza, quien pelea por el segundo lugar con Kuczynski, prefirió la casa donde vivió en su niñez en Andahuaylillas, Cusco (sureste), para compartir la primera comida del día junto a su familia: lechón, pan de trigo y tamales y mote con queso, en una mesa andina decorada como para foto de catálogo. Alimentados todos, se fueron a votar.

AFP