Fuerzas de seguridad ecuatorianas detuvieron al octavo hombre más buscado del país quien huía de la justicia por el delito de violación a un menor, informó este sábado la Policía Nacional.
El organismo de seguridad precisó a través de Twitter que había sido “capturado el octavo más buscado a nivel nacional por violencia de género” y que “gracias a las labores de investigación del Bloque de Búsqueda, en colaboración con (el servicio integrado de emergencias) ECU 911, se logró la aprehensión de José Valdivieso por el delito de violación a un menor de edad”.
La Policía Nacional adjuntó un recuadro en el que se aprecia una foto pixelada del detenido, que fue aprehendido en el marco de la operación “Avalancha 237”, llevada a cabo por efectivos de la Dirección Nacional de la Policía Judicial e Investigaciones
La ministra del Interior, María Paula Romo, felicitó a la Policía ecuatoriana por el operativo, del que dijo es un “importante mensaje contra la impunidad. Se trata del ciudadano sentenciado en el caso “El Principito”.
Se trata de un caso que provocó enorme conmoción social al conocerse que un profesor de natación de un prominente colegio de Quito fue condenado por agredir sexualmente a un menor de 5 años.
El docente fue sentenciado a 22 años de prisión en enero de 2018, tras un largo proceso de cuatro años que concluyó al ratificar la Corte Nacional de Justicia su culpabilidad en casación.
No obstante, el condenado, que era investigado desde 2014 por los la violación del pequeño, logró evadir la prisión a través de distintas apelaciones y la dilatación del proceso.
En agosto de 2016 un juez ordenó medidas sustitutivas a la prisión que había sido dictado en una primera instancia, y dispuso que el condenado presentara periódicamente ante las autoridades judiciales.
El docente incumplió esa medida ante la incredulidad de la familia del menor y inoperancia judicial hasta que a finales de 2017 un tribunal se pronunció nuevamente sobre el caso, dando paso a la última sentencia de 2018.
De acuerdo a las investigaciones que trascendieron en medios locales, el escolar había contado a los padres que el profesor lo obligó a mantener sexo oral bajo las amenazas de agredir a su familia si contaba lo que sucedía dentro del centro educativo.