El papa Francisco recibió este sábado al presidente de Bolivia, Evo Morales, en un encuentro de 36 minutos en el que el pontífice subrayó el deber de “trabajar por un mundo de solidaridad y paz” e incluso charlaron sobre el Mundial de fútbol.
El Vaticano explicó en un breve comunicado que “en las cordiales conversaciones” se pusieron de manifiesto “las positivas relaciones” bilaterales, se abordó la actualización de las mismas, y se dio un intercambio de opiniones sobre “la situación regional” sudamericana.
La sexta reunión entre ambos comenzó cuando el presidente boliviano saludó al pontífice con un “hermano papa”, a lo que este respondió “bienvenido”, y ambos se dieron un abrazo, en la sala del Tronetto del Palacio Apostólico.
Después accedieron a la Biblioteca, donde tuvo lugar el encuentro privado, y ya sentados el mandatario sacó el tema del fútbol, un deporte al que ambos son aficionados: “¿Cómo va el Mundial?“, preguntó, a lo que Francisco señaló “veremos Argentina”.
Entonces Morales indicó que “de las cinco nacionales sudamericanas, cuatro se han clasificado” para los octavos de final, en referencia a Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y Perú, ya que esta última ha quedado eliminada.
Tras esta charla informal, comenzó la reunión privada, a la que Morales llevó un documento con los temas que planteó al pontífice y que puso sobre la mesa de laBiblioteca papal por el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Gänswein.
El encuentro terminó 36 minutos después y dio paso al tradicional intercambio de regalos, al que ya asistió la comitiva presidencial.
El mandatario ofreció un ajedrez de madera de estética indígena y una fotografía en la que se ve al papa abrazando a un niño boliviano con un sombrero en el viaje que realizó al país andino en julio de 2015, y al verla Francisco dijo “mira qué bonita”.
Por su parte, el pontífice argentino, como es habitual, le regaló sus textos papales y su mensaje por la Jornada Mundial de la Paz, que, precisó, rubricó personalmente: “Lo firmé esta mañana para vos, con mi firma, no impresa sino real”.
También le entregó el medallón del Ángel de la Paz en bronce que representa “el ángel que encierra al demonio de la guerra y de la injusticia” y después, con gafas, leyó su inscripción: “Trabajar por un mundo de solidaridad y paz, formado sobre la justicia”.
Francisco después saludó y bendijo los rosarios de la delegación de nueve personas que acompañaron al mandatario al Vaticano, entre ellos el canciller Fernando Huanacuni o la vicecanciller María del Carmen Almendras.
Se dirigió a todos ellos para decir: “Recen por mi, no se olviden”.
Francisco y Morales se despidieron con un apretón de manos en la puerta de la Biblioteca y, acto seguido, el mandatario boliviano se reunió con el secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, reseña EFE