La historia de Eduardo Martins, quien se presentaba en las redes sociales como un fotógrafo de Naciones Unidas en los campos de refugiados, se derrumbó. El hombre de 32 años, originario de Sao Paulo, Brasil, se dedicaba a plagiar las fotos de otros reconocidos reporteros gráficos y las vendía a las agencias de noticias.
Las sospechas sobre la estafa de su trabajo iniciaron cuando Martins, quien en junio de 2016 contactó a BBC Brasil para ofrecer sus historias y fotos de forma gratuita, se comunicó con la periodista Natasha Ribeiro, una colaboradora de ese medio de comunicación que vive en el Medio Oriente.
Ella desconfiaba de su discurso y las preguntas aumentaron cuando, en el verdadero Irak, periodistas brasileños dijeron que no era conocido allí. Nadie entre las autoridades y las organizaciones no gubernamentales en Siria o Irak, lo habían conocido o visto, a pesar de que en junio aseguró que estaba en el frente de batalla de Mosul, Irak, la ciudad disputaba por las fuerzas de seguridad del país y el grupo extremista autodenominado Estado Islámico.
Otros dos periodistas brasileños que estuvieron con los Peshmerga, en el periodo en que Martins dijo que también estuvo, dijeron a BBC Brasil que nunca conocieron al supuesto fotógrafo. Uno de ellos dijo que Martins le hizo una propuesta vía Instagram: “Estoy haciendo un documental con Netflix en Mosul y me preguntaba si tienes interés en participar. Abrazos, hermano“. Sin embargo, la plataforma de televisión por internet dijo en un comunicado que el trabajo nunca fue solicitado.
Cuestionado por BBC Brasil en agosto, Martínes dijo vía WhatsApp: “Soy un humanitario (voluntario) en el campo de la ONU y trabajo en la organización de los campos de refugiados”, dijo.
“Verificamos y no pudimos encontrar ningún registro de Eduardo trabajando para el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. Estamos investigando lo que podemos hacer acerca de las declaraciones que hace sobre nosotros“, dijo a BBC Brasil Adrian Edwards, jefe de prensa de la organización en Ginebra.
Las fotos resultaron ser un plagio. “Esto es lo que sé: Eduardo Martins ha robado imágenes de varios sitios, incluido el mío, y las ha revendido a la agencia Getty Images y a Zuma Press”, dijo el fotógrafo estadounidense Daniel C. Britt, a quien el brasileño le robó -al menos- nueve imágenes.
A finales de agosto, Fernando Costa Netto inadvertidamente alertó a Eduardo Martins, a través de WhatsApp, que había una sospecha de que cometió falsificaciones. Inmediatamente después, el presunto fotógrafo eliminó su cuenta de Instagram y anunció, por un número que ya no aparece en WhatsApp, que desaparecería.
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